El ministro de Defensa francés, Jean-Yves Le Drian, con el jefe del Estado Mayor, Edouard Guillaud. :: EFE
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París también se estrella en Somalia

Un soldado muere y otro está en paradero desconocido a causa de una frustrada operación para liberar a un agente rehén de los islamistas

PARÍS. Actualizado: Guardar
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Era una operación «extremadamente peligrosa». El Gobierno francés era consciente. Pero los tres años y medio de secuestro de un soldado galo y la renuencia a negociar de los islamistas que lo mantenían retenido convirtieron en un «imperativo» la intervención ayer de un comando de élite. Sin embargo, todo salió mal. Uno de los militares falleció a causa del fuego cruzado y se desconoce la suerte que ha corrido otro efectivo y Denis Allex, capturado en Mogadiscio en julio de 2009 y del que se teme que haya sido ejecutado en venganza por la muerte de 17 terroristas durante el combate.

El ministro de Defensa del Elíseo, Jean-Yves Le Drian, se mostró pesimista. «Todo apunta a que (el rehén) fue asesinado por sus secuestradores», aseguró. La milicia fundamentalista, por su parte, sostiene que el soldado se mantiene aún con vida, pero tampoco arroja signos alentadores. «Como respuesta a este torpe intento de rescate, Al-Shabab asegura al pueblo francés que dará su veredicto final sobre el destino de Denis Allex en los próximos dos días», aseguró la organización en un comunicado remitido a la prensa.

El secuestrado trabajaba para la Dirección General de la Seguridad Exterior (DGSE, servicios secretos), y en el momento de ser retenido en la capital somalí participaba en «una misión oficial de asistencia al Gobierno de transición». Junto a él se encontraba otro agente, Marc Aubriere, quien logró escapar un mes más tarde.

Aunque las autoridades galas no precisaron el lugar en el que se produjo la incursión de sus militares, la edición digital del periódico Le Point confirmó que se trata de la localidad de Bula Amir, situada a 120 kilómetros de Mogadiscio. A pesar de que los islamistas somalíes han perdido todos sus bastiones principales en el sur y el centro del país por la ofensiva lanzada hace año y medio por las tropas de la Unión Africana, siguen siendo fuertes en algunas partes rurales del sur y centro del territorio.

«Mensaje de socorro»

Para dar con el paradero de Allex, el Gobierno tuvo que desplegar «un intenso trabajo de investigación» durante más de tres años, según detalló Le Drian, quien añadió que el comando enviado tuvo que hacer frente desde el primer momento a «una fuerte resistencia». «Se trata de operaciones extremadamente peligrosas que ponen en riesgo inevitablemente la vida del rehén», subrayó el titular galo de Defensa.

Las características de la zona, poblada y rodeada de numerosos árboles, agravaron la dificultad de la intervención, que comenzó a las dos de la madrugada (hora local) y contó con la ayuda de cinco helicópteros de combate durante los enfrentamientos, que habrían durado 45 minutos. El fracaso de las tropas galas recuerda otra ofensiva llevada a cabo en Malí hace dos años, en la que otros dos rehenes, Vincent Delory y Antoine de Lecour, murieron durante la operación militar desarrollada por la Guardia Nacional de Níger y por efectivos franceses.

Allex había sido visto en dos vídeos difundidos por webs islamistas. En el último de ellos, publicado el pasado 4 de octubre, apareció muy pálido y con visibles signos de cansancio. Lanzaba un «mensaje de socorro» al presidente francés, François Hollande, para que lo liberara, al tiempo que pedía al Elíseo que dejara de apoyar al Gobierno transitorio somalí.

El agente era uno de los nueve secuestrados galos en África, de los cuales cinco están en Níger, dos en Malí y otro en Nigeria. Las familias de esos otros ciudadanos se han sumido en un profundo temor ante la amenaza de represalias de los islamistas. «A fin de cuentas, serán los franceses quienes sufrirán inevitablemente las amargas consecuencias de la actitud inconsecuente de su Gobierno ante los rehenes», dijeron los insurgentes. Por ese motivo, no ha devuelto la calma el mensaje del Ejecutivo al asegurar que «no se escatimará ningún medio para lograr la liberación de todos los retenidos».

Las muestras de angustia eran evidentes en Mireille Blain, la portavoz de las familias de tres de los franceses secuestrados en Níger desde septiembre de 2010. Blain reconoció a medios locales que la angustia es «creciente» y están «pegados al televisor» a la espera de nuevas noticias. El padre de otro de los ciudadanos franceses secuestrado en Níger, Jean Pierre Verdon, se mostraba igual de consternado por lo ocurrido. Aun así, admitió que confía plenamente en las autoridades. «Espero que Francia tenga la capacidad de intimidación suficiente para lograr la liberación de todos los rehenes», declaró a la cadena BFM.