Economia

El contribuyente pagará 52.000 millones

Almunia da vía libre a unos procesos de reestructuración que reducirán el tamaño de las entidades entre el 25% y el 40% Bruselas estima en esta cifra el coste de las ayudas públicas a la reconversión de las cajas

MADRID. Actualizado: Guardar
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El saneamiento de la banca, o más precisamente, del sector de las cajas de ahorro, tendrá un coste de 52.000 millones de euros para el contribuyente, según estimó el vicepresidente y comisario europeo de la Competencia, Joaquín Almunia. Su división ha dado carpetazo a la reestructuración del sistema de crédito con la aprobación de los planes de CEISS, BMN, Liberbark y Caja3, cuatro agrupaciones que, en conjunto, van a precisar una aportación de capital de 1.865 millones de euros.

Sus planes de futuro, que incorporan un notable recorte de tamaño de entre el 30% y el 40%, y la consiguiente reducción de plantillas, son diversos. El Banco de España explicó que habrá una mayoría de control por parte del capital público en CEISS y BMN, mientras que Liberbank «no ha sido nacionalizada ni lo va a ser» y el destino de Caja3 es la integración con Ibercaja. El proyecto de fusión de CEISS con la malagueña Unicaja «no estaba maduro ni ha llegado a tiempo» para ser considerado por Bruselas. Si en el primer trimestre de 2013 no se cierra ese proceso, se someterá a subasta competitiva.

¿Cómo se alcanza un coste de 52.000 millones? Almunia lo explicó en detalle. Aunque las pruebas de la consultora Oliver Wyman arrojaron, para el escenario adverso, unas necesidades total de capital de 57.000 millones, se verán limitadas a 39.000 -muy lejos de los 100.000 millones del máximo de asistencia financiera europea- porque está previsto que los accionistas y los titulares de deuda subordinada y preferentes soporten una depreciación en cuantía estimada en 12.000 millones.

El grueso de este sacrificio de los propietarios -precisaron fuentes del instituto emisor español- se atribuye a Bankia, con unos 6.500 millones, mientras otros 2.000 corresponderían a Novagalicia y Catalunya Caixa, respectivamente. El resto cabe asignarlo a los cuatro grupos a los que Bruselas acaba de dar vía libre a sus planes de reconversión: unos 1.400 millones se atribuyen a CEISS, del orden de 900 millones a Liberbank, 400 millones a BMN y una cifra marginal, de apenas 100 millones de euros, a Caja3.

Otros 5.000 millones de euros se han restado de la cifra total por las ampliaciones de capital llevadas a cabo por las entidades con capacidad para ello, junto a las ventas de activos no estratégicos, y las transferencias de créditos e inmuebles adjudicados a la Sareb, por 1.000 millones de euros en este último caso.

Pero Almunia explicó que «desgraciadamente», los 39.000 millones no son el único coste. En 2010 y 2011, evocó, las entidades ya habían recibido otros 13.000 millones de ayuda pública. El comisario europeo celebró que, de cara al futuro, la Unión ha sentado las bases para que el sistema financiero no sea un obstáculo al desarrollo de los países. Habrá un supervisor único, un mecanismo de supervisión y un fondo de garantía de depósitos.

El comisario europeo destacó que el proceso español se ha llevado a cabo «con mayor eficiencia y en menor plazo» que los de otros países en los que la banca ha requerido ayudas de estado. Apenas cuatro meses han trasnscurrido, precisó, entre la firma del memorando que determinó las condiciones y el momento en que los primeros fondos se han canalizado. Almunia no se pronunció sobre el destino del equipo gestor de las entidades que ahora pasan a control público. «Dependerá de los accionistas», observó, si bien agregó que la Comisión ejercerá una vigilancia activa en todo momento.

Territoriales

En detalle, en Banco CEISS (Caja España y Caja Duero) y Banca Mare Nostrum (Caja Murcia, Caja Granada, Caixa Penedés y Sa Nostra) las ayudas conllevarán una mayoría de control público. CEISS recibirá 604 millones de euros adicionales a los 525 millones que ya obtuvo del FROB, una cuantía que se convertirá en capital con la consiguiente reducción, por las mismas razones que merman la propiedad de accionistas y tenedores de deuda subordinada o preferentes. Tendrá que llevar a cabo una «profunda reestructuración», con reducción del 30% de su tamaño respecto al máximo que alcanzó en 2010, y habrá de limitar su actividad al negocio minorista y el territorio que le es propio, Castilla y León.

BMN recibirá una inyección de capital de 730 millones de euros. Los 915 millones que ya obtuvo del FROB se convertirán igualmente en capital. También se someterá a reestructuración aunque en este caso, la reducción del tamaño en un 40% se verá aliviada por la venta de buena parte de la red de Penedés. La entidad deberá salir a cotización en el plazo de cinco años, aunque el Banco de España precisó las condiciones de esta exigencia: se llevará a cabo mediante procedimiento de listing o acotado a los accionistas actuales y a los titulares de preferentes y subordinadas que se conviertan.

Caja3, conformada por Caja Círculo, Inmaculada y Caja Badajoz, está abocada a su fusión con Ibercaja. Recibirá 407 millones en forma de bonos contingentes convertibles (cocos, en el argot financiero). Puesto que no había recibido un auxilio previo, no se ha visto abocada a la nacionalización. Lo que no le libra de limitaciones: debe reducir tamaño en un 30%.

Liberbank (Caja Asturias, Cantabria, Caja Castilla-La Mancha y Extremadura) va a recibir 124 millones de euros en forma de cocos. Hasta ahora no había necesitado ayudas de capital, aunque se ha beneficiado de garantías estatales sobre deuda preferente no garantizada. Su dimensión deberá reducirse un 25% respecto al mayor tamaño alcanzado en fecha reciente, concretamente en 2010. Para ello abandonará las líneas de mayor riesgo.