Europa declara la guerra a la industria del tabaco

Guerra abierta contra los cigarrillos. La nueva directiva europea sobre tabaco, presentada ayer en Bruselas, contiene dos bombas que amenazan a esta industria en su línea de flotación. La Comisión Europea quiere obligar a que, a partir de 2014, el 75% de la superficie de las cajetillas o de los paquetes con tabaco de liar esté ocupado por una combinación de alguna imagen impactante y un texto sobre los efectos del tabaco. Además, Bruselas pretende prohibir el tabaco mentolado, de vainilla o de chocolate, es decir, todo aquel que utiliza algún tipo de aditivo para mejorar su aroma.

La Comisión Europea buscaba desde hace años acercar la legislación comunitaria a la de Australia, que ha decidido, entre otras medidas, imponer desde este mes de diciembre una tipografía similar para todas las marcas, eliminando de esta manera los símbolos de las diferentes marcas, de manera que el tabaco resulte menos atractivo para los consumidores. Sin llegar a ese nivel de dureza, Bruselas quiere conseguir que fumar sea un vicio desagradable y feo.

«Las cifras hablan por sí solas: el tabaco mata a la mitad de los fumadores y es muy adictivo», explicó Tonio Borg, comisario europeo de Salud, durante la presentación de la propuesta. El proceso hasta llegar a la nueva ley ha durado varios años y ha contado con la oposición de la industria tabaquera. Tanto que el anterior comisario, John Dalli, tuvo que dimitir cuando se demostraron sus vínculos con las tabaqueras suecas. Ayer mismo, la Mesa del Tabaco de España avisó de las «graves consecuencias» que acarreará una normativa que, en palabras de su portavoz, Juan Páramo, «impone restricciones extremas y desproporcionadas encaminadas a la estandarización total del formato y composición de los productos del tabaco».

La nueva ley europea es especialmente exhaustiva con la composición del tabaco. La propuesta prevé la prohibición de los cigarrillos, el tabaco para liar y el tabaco sin combustión que contengan productos con mayor toxicidad o más adictivos y, sobre todo, aromas característicos que lo puedan hacer más suave, como el mentolado, el chocolate o la vainilla.

«Con sabor a tabaco»

«No debemos engañar a los consumidores. ¡El tabaco debe saber a tabaco!», proclamó Tonio Borg, antes de esgrimir los daños que genera el tabaquismo en la Unión Euroepa: 700.000 muertos y un gasto de 25.300 millones para los sistemas de salud nacionales.

Pero no solo los cigarrillos tienen que dejar de ser agradables. También las cajetillas deben mostrar los efectos nocivos del humo. pulmones putrefactos, cánceres de garganta, deformaciones en la lengua... Las imágenes disuasorias deberán provenir de una 'biblioteca común' de la Unión Europea y en el texto que las acompañará deberá figurar el mensaje 'Contiene más de 70 sustancias que causan cáncer', en lugar de la actual obligación de ifnormar en el envoltorio sobre el contenido de nicotina, alquitrán y dióxido de carbono.

La directiva aprobada por la Comisión tiene que recorrer aún un buen trecho legislativo. Primero deberá pasar por el Parlamento Europeo y después, por el filtro de cada país. En el primer caso, parece seguro que logrará un apoyo mayoritario, ya que ayer los dos grandes grupos de la cámara, los populares y los socialistas europeos (PPE y PSE), mostraron su apoyo a la medida, mientras que el grupo de los verdes, que hubiera preferido una legislación aún más restrictiva, la calificó de «poco ambiciosa».

Los problemas pueden llegar, sin embargo, en la justicia. Philip Morris y British American Tobacco, que ya han llevado a los tribunales leyes como la australiana, actuarán de igual manera en Europa si consideran que sus derechos están siendo atacados. Los objetivos de estas medidas, según recalcó Borg, son principalmente dos: rebajar en los próximos cinco años la tasa de fumadores en la Unión Europea desde el 27% actual a un 15%, y evitar que los jóvenes se introduzcan en este hábitos. Según los datos de la Comisión Europea, el 70% de los fumadores se inicia en el tabaco con menos de 18 años.