«Hemos creado algo mejor que la piratería»

Quién podría imaginar en el año 2000 que Sean Parker, uno de los fundadores de Napster, podría estar charlando con alguno de los miembros de Metallica sobre música e internet sin demandas judiciales de por medio y sin tirarse de los pelos en los tribunales. Hace doce años la banda de 'heavy' denunció a la primera gran red de intercambio de archivos P2P por infringir los derechos de autor, en uno de los primeros capítulos de un incendiario debate que, a día de hoy, no se ha extinguido. La histórica fotografía se produjo el pasado jueves en Nueva York donde a Daniel Ek, creador del servicio de 'streaming' de música Spotify, unió bajo el paraguas de su marca a Parker y al batería Lars Ulrich para anunciar que el largo repertorio de la banda estadounidense llegaba a su plataforma.

«Si Napster se hubiese acercado a nosotros y nos hubiera dado opciones, todo podría haber sido diferente», comentaba Ulrich. «Entonces todo el mundo nos veía como avariciosos que fomentábamos la piratería», apostillaba Parker, también inversor de la empresa sueca. La llegada de Metallica es una victoria para Spotify por varios motivos. Primero porque consiguen sumar a una de las bandas más conocidas del planeta que engrosaba la lista de pesos pesados que faltaban en un catálogo 'online' que ya rebasa los 20 millones de canciones y porque entierra la sonada polémica de hace un año, cuando Century Media decidió retirar de la plataforma -regresó seis meses después- a varios de sus grupos 'heavys' dejando tocado el catálogo del género.

«Los que no entran es porque no tienen hijos», afirmó con cierta rotundidad el músico. «Tengo hijos y ellos interactúan con la música de forma muy diferente a como lo hacíamos nosotros», apostilló antes de dar su particular bendición a la creación de Daniel Ek: «Es el único que tiene alcance global». Este espaldarazo llega en un momento clave para la compañía en el que han lanzado una agresiva expansión internacional. En apenas un año han pasado de estar presentes en apenas nueves países a 17, incluyendo EEUU, donde son el servicio de suscripción líder con un millón de abonados. Una cifra que se multiplica por cinco si se tiene en cuenta las estadísticas globales.

«Seriamos rentables si no fuera por esa expansión», justificó Ek. Ya son uno de cada cuatro usuarios los que pagan mensualmente por el servicio. Desde su lanzamiento en 2008 han conseguido formar una congregación de 20 millones de personas que ya han editado mil millones de listas de reproducción, de las que 4,7 millones corresponden a ese edulcorado grupo titulado 'Amor'. Siete de cada diez euros que ingresan van a parar a las discográficas. Lo que reciba cada artista, depende de la negociación que cada uno haga con su sello musical.

«Hemos logrado crear algo mejor que la piratería», repite en Londres William Hope, el encargado de las relaciones con las discográficas en Europa, al igual que hace minutos lo hacía su jefe en la Gran Manzana. «Metallica se ha dado cuenta que las nuevas generaciones están en Internet», comenta orgulloso mientras habla de las bondades de un producto que «en absoluto» pone fecha de caducidad a la música en formato físico. «Cambiará mucho pero siempre habrá coleccionistas de discos», afirma, poniendo de ejemplo la venta de vinilos.

Ek también descubrió, entre otras, las dos nuevas funcionalidades del servicio: 'Discover', un nuevo algoritmo de recomendación, y 'Follow', perfiles, al estilo Twitter con el que el usuario pude seguir a cualquier cantante o experto recibiendo notificaciones cuando añada o sugiera nuevos temas. «Se trata de una nueva conexión entre fans y artistas que antes no era posible», resumió el creador de Spotify sobre unas novedades que apuntan a que la intención de todo sea crear una gran red social musical en un futuro próximo. Hope destaca la «nueva herramienta de promoción» probada por los artistas. Hope, que entró en contacto con la industria musical en los años que residió en el madrileño barrio de La Latina, hace gala de una elástica cintura al hablar de la competencia y las polémicas iniciativas legales como la ley PIPA o SOPA. Se limita a decir que «este año y el siguiente» serán claves para las plataformas de 'streaming' por la aparición de «más servicios» y «la internacionalización de los mismos».