Una familia transporta sus enseres a una de las vivienda. :: CEDIDA
CÁDIZ

Catorce familias de Villamartín ocupan casas que se quedaron sin vender

Defienden su derecho a tener una vivienda digna y tratan de «salir adelante» en unas unifamiliares que estaban abandonadas

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El drama familiar por la falta de una vivienda ha sido protagonista reciente en Villamartín. La noche del pasado miércoles, un total de doce familias ocuparon unas viviendas vacías que la empresa Dolmen Consulting, en concurso de acreedores, había construido en la localidad y que no pudieron venderse por la crisis. Otras dos ya llevaban allí varios días, convirtiendo unas unifamiliares que hasta ahora eran objeto de saqueos en sus hogares y cobijo para aguantar el chaparrón. Catorce historias para no dormir donde sus propietarios pudieron conciliar ayer el sueño, entre la ilusión por tener por fin un techo y la incertidumbre por no saber lo que durará la aventura. Las sillas, los colchones y las mantas llenaron una calle que en pocos minutos se convirtió en un hervidero de personas. A espaldas de la oficina del SAE de la localidad, estos villamartinenses decidieron establecer su campamento en el que pasar los duros días de frío que con la llegada del invierno se esperan.

Los vecinos de la zona se debaten entre la incertidumbre de saber cómo afectará esta situación a la convivencia del barrio y el enorme sentimiento de tristeza que «genera ver a gente pasándolo así de mal y viéndose obligados a la ocupación», declaraba Jesús Núñez que no dudó en acercarse a conocer algunos de los dramas que algunos de ellos llevan entre su escaso equipaje.

Allí se encontró con que Dolores trataba de que esta mudanza sirviera para dejar de vivir de prestado, de los continuos cambios de casa y de verse «sin que nadie quiera alquilarme nada porque apenas tengo ingresos para vivir». Peor suerte corrió Mercedes que, tras ocupar otra vivienda, vio cómo otra familia se la arrebató porque «nosotros tenemos más hijos que tú», le aseguraron.

Agentes de la Guardia Civil y la Policía Local tuvieron incluso que intervenir para que el enfrentamiento entre las dos familias no llegara a más.

En internet se puede visitar todavía la ficha que Dolmen colgó en su web para poder comercializar estas viviendas del Residencial Gades. Las mismas aseguran que es una oportunidad para vivir en un lugar «inmejorable a escasos metros del Hospital Comarcal».