VÍCTIMAS DE LA FIEBRE AMARILLA

Este fin de semana he recibido la visita de mi amigo Javi. Una persona todoterreno, pero que no puede evitar su atracción por el fútbol y todo el deporte en general. Javi tenía muchas ganas de visitar el Ramón de Carranza, ahora promete que vendrá para el 'play off' de ascenso, pero este fin de semana el Cádiz jugaba en Murcia ante el UCAM.

Fiel al «no hay deporte pequeño», mi amigo me preguntó si para «matar el gusanillo» podríamos ir a algún partido de otro deporte que hubiera en Cádiz este sábado.

Lo que no sabe Javi es que, con la que está cayendo, los equipos deportivos de Cádiz van de pirueta en pirueta para tirar 'pa'lante'. El Virgili Fútbol Sala está en Tercera División, es amateur, y poco queda del que llenaba el Portillo. Tenemos un equipo de baloncesto senior muy joven, el CB Gades, que gracias al sacrificio desinteresado de unos pocos hacen jugar a cientos de chavales al segundo deporte más practicado del país. Pero tampoco competimos a nivel autonómico.

Javi me miraba esperando un equipo que sí compitiera en algo parecido a la Segunda B, pero la sangría continuaba. Otro Gades, el Balonmano, juega en Segunda Nacional y este año va a sufrir de lo lindo para dar la cara en la categoría. Todo el apoyo institucional y de afición que tiene el Cádiz es una utopía para sus vecinos. El Amigos Cádiz tiene que entrenarse en el IES La Paz, el Club Ciclista Viprén sale adelante gracias a los sacrificios de Pepe Alba. Y así seguí contándole como los equipos gaditanos obran el milagro de 'vivir' año tras año.

Y a pesar de los palos que nos está dando el Cádiz CF, de 7.000 no bajará la asistencia del Carranza para recibir al Cartagena el domingo que viene. La fiebre amarilla es una maravilla y ojalá algún día se extienda a algún otro equipo de la Tacita. Javi volvió a su ciudad, Valladolid, donde tiene equipos de fútbol, baloncesto y balonmano en Primera.