Sociedad

La intriga nórdica de 'El hipnotista' cierra la competición

SAN SEBASTIÁN. Actualizado: Guardar
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'El hipnotista' cerró ayer la competición de un Zinemaldia que esta noche dará a conocer su palmarés en una gala donde Dustin Hoffman recibirá el quinto y último Premio Donostia. El director Lasse Hallström regresa a su Suecia natal después de trabajar en Hollywood con grandes estrellas en películas de base literaria. Unas veces le han salido estupendas, como 'Querido intruso' y 'Las normas de la Casa de la Sidra'; otras se le ha ido la mano con el almíbar sentimental, como en 'Chocolat' y la reciente 'La pesca del salmón en Yemen'.

'El hipnotista' adapta la novela de Lars Kepler y se apunta a la moda de la novela nórdica instaurada con la saga 'Millennium'. El asesinato de toda una familia en Estocolmo es el detonante de una intriga que se detiene en describir la infeliz vida de sus protagonistas, un policía solitario que solo vive para el trabajo y un médico que practica la hipnosis y paga errores del pasado.

La película entretiene y se ve con agrado. Lasse Hallström dibuja un Estocolmo sórdido y mortecino, cubierto por la nieve en Navidad. La literatura negra escandinava nos ha enseñado que bajo las líneas puras de los muebles Ikea se oculta podredumbre y depravación. «Hacía 25 años que no volvía a mi casa», reconoció el director. «En Estados Unidos no me ofrecen 'thrillers' así, donde el guion no sacrifica a los personajes por el argumento».

Hallström lamenta que la crítica le tenga por «un director blandengue», porque él jura tener «alergia al sentimentalismo». 'El hipnotista' le ha permitido regalarle un papel protagonista a su mujer, la actriz Lena Olin, que también estaba «feliz» de trabajar en su idioma después de tantos años en Hollywood. El autor de 'Querido John' distingue en su filmografía «películas comerciales y obras de amor». 'El hipnotista' es de estas últimas.