El primer ministro y candidato a la reelección, Mark Rutte, ejerce su derecho al voto en un colegio de La Haya. :: EVERT-JAN DANIELS / EFE
MUNDO

Unos comicios que retrasan la agenda de la UE

El primer ministro de los Países Bajos se perfila como ganador a un solo escaño del emergente partido laborista

AMSTERDAM. Actualizado: Guardar
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Un solo escaño separa a liberales y laboristas tras las elecciones celebradas ayer en Holanda, consideradas como un test del sentimiento del país ante la política económica de la Unión Europea. Los primeros sondeos dan la victoria al partido del primer ministro, Mark Rutte, con 41 escaños de los 150 que componen la cámara baja del Parlamento neerlandés, mientras que los socialdemócratas de Diedrik Samsom consiguieron 40 diputados. La izquierda radical, que en un momento de la campaña encabezó las encuestas, se tendrá que conformar con 15 asientos.

La extrema derecha de Geert Wilders pierde la mitad de sus asientos en el Parlamento, y se convertirá en la cuarta fuerza política con trece escaños.

Si se confirman estos resultados, Rutte será el gran favorito para continuar en el cargo, y es previsible que los Países Bajos sigan alineados con el Ejecutivo alemán de Angela Merkel en la defensa de la austeridad fiscal como solución a la crisis de la deuda europea. Muestran el triunfo del europeísmo, tras una campaña marcada durante su primer tramo por las tesis euroescépticas de los socialistas de izquierda y, más radicalmente, del xenófobo Wilders, cuya propuesta para salir de la zona euro ha sido claramente rechazada por los ciudadanos.

Tanto liberales como laboristas obtendrían según este primer sondeo importantes subidas (diez escaños respecto a los comicios de 2010), mientras que los grandes derrotados serían las formaciones situadas en los extremos.

Por un lado, el antimusulmán Partido Para la Libertad (PVV) de Geert Wilders pierde 11 escaños y suma solamente 13, según el sondeo. El líder xenófobo reconoció su derrota y señaló que «el votante ha hablado y los ha elegido a ellos. Nuestra campaña optó por Holanda pero no hemos tenido éxito. Mañana curaremos nuestras heridas», mientras que su 'número dos', Fleur Agema, en declaraciones a la prensa, se mostró «sorprendida» por haber bajado de los 24 escaños de la anterior legislatura a 13.

Por su parte, los socialistas radicales, grandes protagonistas de la campaña y a quienes los sondeos atribuían un avance de al menos cinco escaños, se quedarían en los mismos 15 asientos que tuvieron en 2010. El avance de los dos grandes partidos, que repiten el ajustado mano a mano de 2010, también provoca una pérdida de peso de la formación de la democracia cristiana (CDA), que logra 13 escaños, ocho menos que hace dos años.

Tras haber acudido a las urnas en cinco ocasiones durante la última década, Holanda ha apostado por huir de los extremos y dar poder a partidos más tradicionales, lo que debería otorgar mayor estabilidad al Gobierno.

Estas elecciones, adelantadas, llegan después de que el Gobierno dirigido por Rutte -en una coalición que no contaba con la mayoría absoluta junto a los democristianos- se desmoronase en abril cuando el PVV de Wilders le retiró el apoyo en el parlamento al no aceptar los recortes para cumplir con los objetivos de déficit.

Posible coalición

De confirmarse la nueva distribución en el Parlamento, liberales y laboristas quedarían en disposición de formar una coalición sin necesidad de otros partidos si logran limar sus diferencias.

Durante la campaña tanto Rutte como el líder laborista, Diederik Samsom, se mostraron reacios al pacto, pero la mayoría de los analistas dan por hecho que ambas formaciones deberían ponerse de acuerdo.

En Holanda no se han formado coaliciones con amplio apoyo a un bipartito (tradicionalmente laboristas y democristianos) desde los años ochenta, una década marcada por períodos de crisis.

Las reacciones por parte de las diferentes agrupaciones políticas todavía son discretas, a la espera de los resultados definitivos, pues además los porcentajes que separan al VVD y al PvdA son mínimos.

En total, diez partidos obtienen representación parlamentaria en Holanda : VVD (liberales de derecha), PvdA (laboristas), SP (socialistas radicales), PVV (extrema derecha), CDA (democristianos), D66 (liberales), Groen Links (verdes), Christen Unie (calvinistas), SGP (calvinistas conservadores) y 50+ (defensa de los mayores).

La UE aplazó a octubre, un mes más tarde de lo previsto, la decisión sobre la posible entrada de Rumanía y Bulgaria en el espacio Schengen -los firmantes del pacto para una Europa sin fronteras-, entre otras razones por las elecciones legislativas celebradas ayer en Holanda. Y es que el Gobierno de Amsterdam es clave, ya que es el único que vetó la inclusión de estos dos Estados en el tratado.

Ese motivo, sumado a la existencia de pocos temas a tratar en la reunión posveraniega, han provocado que Chipre, que ocupa la Presidencia de turno de la UE, haya dejado el asunto para el Consejo de Ministros de Justicia e Interior de finales de octubre. Los Ejecutivos de Alemania y Bélgica ya habían sugerido este retraso, al considerar que la reunión era «prematura» para el próximo gobierno holandés.

El pasado mes de junio, la última vez que la UE trató este asunto, los Países Bajos consideraron que Rumanía y Bulgaria no habían hecho suficientes progresos en materia de lucha contra el crimen organizado y corrupción, por lo que no se merecían formar parte del tratado.