MUNDO

Un fallo en el arma utilizada en el atentado contra el Partido Quebequés evitó una matanza

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El autor del tiroteo registrado la noche electoral en Quebec, Richard Bain, irrumpió en el recinto donde hablaba la triunfadora de los comicios, la soberanista Pauline Marois, portando una pistola, un rifle y suficiente munición para cometer una matanza. Tras los primeros disparos una de esas armas se le encasquilló, lo que facilitó su rápida detención. El ataque causó un muerto, el técnico de 48 años Denis Blanchette, y otra persona en estado crítico, cuya identidad no ha trascendido.

La primeras investigaciones describen a Richard Bain, de 62 años, como un empresario con mala suerte en los negocios pero una persona querida entre sus vecinos. Su expediente policial estaba limpio y tampoco estaba asociado con ningún movimiento político violento.

Los canadienses todavía se preguntan cómo alguien con la apariencia de Bain -iba disfrazado con una bata de baño y una máscara que le cubría el rostro- pudo esquivar las medidas de seguridad y plantarse a tan solo unos metros de la tribuna de los oradores. Cuando las cámaras de televisión captaban su traslado a un vehículo de la Policía, Bain hizo un gesto obsceno para luego pronunciar en un francés impecable: «¡El inglés se está despertando!». Un tribunal local le imputó ayer 16 cargos. Su próxima cita con el juez está prevista para el próximo 11 de octubre.

«Estoy muy afectada por lo que ha pasado», declaró la futura primera ministra tras resaltar el carácter no violento de la sociedad quebequense. El ataque ha tenido gran impacto en un país poco acostumbrado a las acciones de pistoleros solitarios tan frecuentes en EE UU.