Menos sangre

La Junta de Andalucía ha decidido no abrir en las tardes de septiembre los puntos fijos de donación de sangre de la provincia, en Cádiz y Jerez. Dentro de su política de recortes, el SAS ha tomado una determinación que supone un claro perjuicio para los pacientes necesitados de transfusiones, ya que se perderán muchos litros al haber donantes a los que les resulte imposible ejercer su derecho a donar por las mañanas, por lo que se complica sobremanera el llegar a la cifra de 180 bolsas de sangre diaria, que son las que se necesitan en la provincia de Cádiz para mantener los niveles del banco de sangre que abastece a los hospitales.

Sin hablar de que supone un agravio comparativo con respecto a otras provincias andaluzas, ya que excepto Cádiz, Almería y Jaén, el resto si mantiene el horario de mañana y tarde.

A buen seguro hay muchas formas de alcanzar los objetivos económicos que tiene marcado el SAS, y recortar sangre no parece el más acertado.

Sin duda, estamos ante una nueva muestra de la incompetencia de la Junta de Andalucía a la hora de gestionar los recursos sanitarios. Ya la pasada semana, este cúmulo de despropósitos alcanzó su punto culminante cuando la consejera de Salud, María Jesús Montero, confirmó por fin lo que era una evidencia: que la Junta no tiene dinero para construir el anunciado nuevo hospital de Cádiz, por lo que dejaba de ser una «prioridad» para el gobierno andaluz. Y dejaba de serlo no porque los usuarios de la provincia tengan mayor o menor necesidad de un nuevo centro hospitalario, sino porque los terrenos del actual Puerta del Mar han perdido valor tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y la operación urbanística prevista se ha ido al traste.

Ahora, para reducir gastos, el SAS ha tenido la idea de reducir los horarios para poder donar. Cabe suponer que esta decisión supondrá un ahorro para las arcas del Servicio Andaluz de Salud, pero el coste es excesivamente alto. Rectificar es de sabios y aún están a tiempo de dar marcha atrás a esta medida.