Apuntes

Un negocio que cuidar

Si el sector turístico reclama medidas para frenar los efectos de la crisis, hay que prestarles mucha atención

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En las páginas del periódico de hoy, el lector se habrá encontrado con una buena noticia y otra no tanto, relativa al sector turístico de la provincia. La reapertura del hotel Monasterio en El Puerto es motivo de alegría no solo para ese casi medio centenar de familias que vuelven a tener a alguno de sus miembros con trabajo, sino también porque una de las principales bazas turísticas que ofrece la Bahía de Cádiz, como es la animada y hermosa ciudad de El Puerto, recupera un negocio de gran solera para su planta hotelera. La crisis y la mala gestión empresarial se había llevado por delante un hotel que juega un papel importante en el turismo de congresos; ese que permite romper la estacionalidad de la que tanto dependen las zonas costeras. Ayer, este hotel de cuatro estrellas recibía de nuevo huéspedes. Ésa es la noticia de cal.

La de arena la producen las previsiones de ocupación para este mes de agosto que no ha hecho más que comenzar. La patronal de la hostelería gaditana es realista y aunque no quiere alertar en exceso, advierte que uno de los principales motores económicos de la provincia comienza a sufrir los primeros efectos graves de la crisis. Y llegados a este punto, las administraciones competentes en la materia o incluso aquellas que pueden arrimar el hombro de forma periférica, deben abrir bien las orejas, prestarles atención a estos empresarios y buscar conjuntamente soluciones. Si el turismo se cae, como lo ha hecho la industria y la previsible reducción de empleo público, a esta tierra le van a quedar pocas opciones de supervivencia. Además su situación geográfica la coloca muy cerca de tentaciones dramáticas (narcotráfico, contrabando...) que pueden transformarla en tierra de nadie.

El turismo es la gran esperanza de esta provincia para salir a flote y cuando lleguen mejores épocas, situarse en un lugar preferente. Cádiz tiene a su alrededor experiencias de sobra de lo que no debe hacer (turismo 'low cost' y sobreexplotación del medio natural) y lo que sí funciona (un servicio de calidad y sostenible).