Imagen de un chiringuito de La Barrosa, un viernes a la hora de la comida. :: C. R.
Chiclana

Playas llenas, chiringuitos vacíos

Aunque los domingos consiguen salvar las ventas, el resto de la semana hace que este verano sea considerado el peor para los locales La mayoría de los propietarios cifran en un 40% el descenso de sus ingresos

CHICLANA. Actualizado: Guardar
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Plena temporada alta en una de las ciudades más turísticas de la provincia gaditana y las playas llenas. Sin embargo, los chiringuitos atraviesan uno de los años más duros para sus negocios. La mayoría cifra en un 40% la disminución de los ingresos, hay otros que se atreven a hablar de un 50%.

Es el caso de Francisco, propietario del chiringuito Los Bolos. «Prueba de la escasez de clientela es que aún no he sacado unas 30 sillas y mesas de uno de los laterales», señaló. También destacó que los clientes asiduos del chiringuito, con 34 años de actividad, «se han reducido a la mitad» esta temporada.

Esta situación ha provocado, en algunos casos, la disminución de contratos temporales para afrontar los que, tradicionalmente eran, meses de intensa actividad. El chiringuito Los Bolos este año cuenta con cuatro personas menos, también el chiringuito La Barrosa ha prescindido de dos trabajadores.

Sin embargo, hay otros como La Mina 2006 o El Apretaito (en Sancti Petri) que han optado por mantener la plantilla. Para el propietario de este último, Jorge, «es imprescindible mantener el servicio si hay un momento de lleno». Algo que suscribe Luis Alfredo, de La Mina 2006, quien añade que «estos costes se suman al bajo nivel de ingresos y provocan una situación muy difícil».

Precisamente, Luis Alfredo comentó que influye el tiempo frío que estamos teniendo, «que disminuye la clientela por las noches». Aunque también aseguró que los que se sientan, gastan lo mínimo, «es normal que pidan una paella de tres para comer seis y pidan agua, lo más económico», apuntó.

Esto mismo es la tendencia que viene observando Alberto, del chiringuito La Barrosa, «comer mucho y pagar poco», a lo que añade que es «muy notorio la falta de alegría de los clientes, porque vienen fijándose en los precios».

Para Francisco y Luis Alfredo, también afecta a los clientes la escasez de oferta de ocio en el Paseo Marítimo, «esto por la noche es la boca del lobo», comentó el propietario de Los Bolos. Por eso, el dueño de La Mina 2006 busca sus propios recursos y, los fines de semana, lleva a su establecimiento música endiento «aunque con cuidado, porque si me excedo de las doce de la noche, encima me busco una denuncia».

En general, los hosteleros señalan que los únicos días más rentables son los fines de semana, sobre todo, a la hora de la comida. También se muestran unánimes al afirmar que quienes hacen negocio este verano «son los supermercados, por la cantidad de neveras que se ven en un día de playa».

«Es normal que pidan una paella para tres y coman seis, además de pedir agua, que es lo más económico».

«A estas alturas de la temporada, aún no he sacado las 30 sillas que completan la terraza del establecimiento».

«Hemos mantenido los contratos de la plantilla porque es necesario ofrecer calidad en el servicio si se produce un momento de lleno».