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La carga de Navantia

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Navantia se ha convertido en una carga, para los políticos, para los ciudadanos y para los propios trabajadores de la factoría. No creo que ninguno de los cientos de operarios que salgan hoy a la calle para velar por su futuro lo haga con la intención de fastidiar de nadie. No creo que les apetezca romper señales de tráfico, quemar neumáticos o enfrentarse a los agentes de la Policía. No creo que sus mujeres y sus hijos se queden tranquilos en casa como si fuera cualquier otro día de verano. No creo que les guste parar el tráfico y fastidiar a miles y miles de currantes, como ellos, que llegarán tarde a sus casas o sus trabajos después de varias horas en el coche. No creo que prefieran el puente a los barcos, ni las piedras a sus herramientas. No puedo imaginar que su intención no sea otra que la de dejar el Carranza sin carril reversible. Sinceramente, yo no los conozco pero me da a mí la impresión de que no comulgan con la violencia. Quizás esto es lo que deberían pensar los miles de ciudadanos que hoy se verán atrapados en sus vehículos y que perderán gran parte de su tiempo en la carretera. Quizás habría que levantar la voz contra otros, contra los que nos han llevado a esta situación y no contra estos trabajadores, como tú y como yo, que lo único que quieren es poder trabajar para dar de comer a sus familias. Estos son los que saldrán hoy a la calle a protestar y no nuestros enemigos. Solo espero que los trabajadores de Navantia no decepcionen a quienes comprenden su causa y confío en que haya arrepentimiento por lo sucedido hace un mes y que sus acciones de protesta sean comprensibles y, como mínimo, responsables. Estoy segura que los políticos también quieren lo mejor para estos trabajadores y quieren empleo para las empresas de su ciudad, porque, al fin y al cabo, son quienes les darán los votos para seguir gobernando en los próximos años. Al fin y al cabo, todos perseguimos el mismo objetivo. Todos queremos lo mismo, así que solo es cuestión de crear un frente común para andar por el mismo camino.