ESPAÑA

Las víctimas acusan al Gobierno de pactar con ETA

«El plan de reinserción es un fraude que pretende satisfacer acuerdos alcanzados con los terroristas», denuncia la VCT

MADRID. Actualizado: Guardar
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La primera protesta de las víctimas del terrorismo contra el Gobierno de Mariano Rajoy terminó con duros y hasta ahora inéditos ataques al Ejecutivo popular, al que acusaron sin ambages de haber puesto en marcha el plan de reinserción de presos de ETA como parte de un acuerdo con la banda terrorista.

Cerca de 3.000 personas secundaron en la madrileña plaza de Colón la concentración convocadas por Voces Contra el Terrorismo (VCT) bajo el lema 'Ante la impunidad, Justicia'. El acto se convirtió en una multitudinaria protesta contra el programa del Ministerio del Interior para reinsertar a los miembros de ETA que rompan con la organización, aunque no pidan perdón.

En el manifiesto que puso final a una hora y media de concentración, leído por nueve víctimas, VCT denunció ese supuesto acuerdo con la banda terrorista y aseguró que el plan del ministro Jorge Fernández es una contrapartida a la organización armada. «Ese plan es un fraude de ley y un fraude político y moral que pretende satisfacer acuerdos para la impunidad alcanzados con la banda terrorista», apuntó el colectivo.

«Salida fácil»

José Alcaraz, presidente de VCT que comenzó la lectura del manifiesto, definió el plan de reinserción como un «subterfugio para dar una salida fácil a los terroristas de ETA sin crear alarma social» y apoyado por los dos partidos mayoritarios. Una iniciativa para «favorecer a los asesinos que ahora se disfrazan con piel de cordero por su conveniencia».

Las víctimas, que recordaron en su comunicado que la reinserción de los reclusos ya la contempla la Constitución y no es necesario un plan específico para los terroristas, vaticinaron que este programa será un fracaso porque «esta más que demostrado que estos asesinos no se arrepienten de sus crímenes y que en ningún momento dejan de ser parte de la organización terrorista».

Los congregados, que insistieron en que el plan es una «vía encubierta al acercamiento de terroristas», personalizaron sus críticas en Jorge Fernández, al que exigieron públicamente y desde el estrado que «deje de hacer de hermanita de la caridad», de «pedir generosidad para estos asesinos» y que «ejerza como lo que es, el ministro de Interior de España».

La convocatoria del colectivo de Alcaraz, en la que lucieron numerosas banderas de España y carteles contra la «rendición» y contra la «traición a las víctimas», no contó con el apoyo de la mayoritaria Asociación de Víctimas del Terrorismo, aunque sí del Foro del Ermua o de la Fundación para la Defensa de la Nación Española. Obviamente, tampoco el PP, que en la anterior legislatura sí que respaldó estas protestas, apoyó el acto de ayer. La única militante popular presente fue la eurodiputada Teresa Jiménez Becerril, hermana del concejal Alberto Jiménez Becerril asesinado por ETA junto a su esposa.