YO PREFIERO AL MIRANDÉS

Real Madrid Castilla, Mirandés o Baleares. Ese es el debate que lleva instalado en la afición cadista desde hace días y que del que esta tarde saldremos de dudas.

Si hay un terreno en el que el Cádiz está acostumbrado a moverse en los últimos años es la liguilla, 'play off' o fase de ascenso a Segunda División. A veces con sonrisas y otras con lágrimas, pero todas con incertidumbre. Es lo que tienen este tipo de sistemas competitivos. Da lo mismo lo bien, mal o regular que lo hayas hecho hasta ahora. Da igual si tu juego ha sido brillante o has levantado dudas y aburrimiento en el espectador. Es el momento de dar un paso adelante y no dos hacia atrás por muy injusto o desmotivador que pueda parecer en ocasiones.

Desde que se implantó la nueva normativa que otorga dos opciones de ascenso al primer clasificado de cada grupo ante la necesidad de dos triunfos consecutivos para el resto de aspirantes la facilidad de alcanzar la División de Plata para estos es directamente proporcional a la exigencia de lograrlo. Y en esas está el Cádiz.

Se acabaron las conjeturas y los debates sobrealimentados por un calendario caprichoso descolocado por la retirada del Poli Ejido. Joselu, Morata, Pablo Infante, Jesús Perera, Dani, Antoñito, Anduva, césped artificial, peligro de los filiales. Muchos argumentos para tener diversas preferencias. Hay varios técnicos que señalan al Mirandés como el rival a evitar, mientras que los adversarios no verían con tan malos ojos medirse al Cádiz. Porque el fútbol es un deporte de memoria corta.

Yo lo tengo claro. Para el primer intento nada mejor que las segundas oportunidades, volver al lugar donde no supieron defender lo que después lloraron. Aprendiendo de los errores. Este tipo de eliminatorias siempre se deciden por pequeños aciertos o grandes errores. El Cádiz ya cometió su gran error la temporada pasada. Este año toca ascenso.