Tribuna

En esto sí se podría recortar

SECRETARIO PROVINCIAL DEL PARTIDO ANDALUCISTA EN CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Llevamos unos meses, desde la llegada del Partido Popular al Gobierno del Estado español, donde la prioridad de todas las medidas gubernamentales es el ahorro, los llamados recortes. El Gobierno justifica esas medidas por la situación económica, sobre todo de las arcas públicas que, según el presidente Mariano Rajoy, no tienen un euro. Estas medidas no han perdonado ni empleo, ni sanidad, ni educación, ni investigación ni estado del bienestar, ni nada de nada. Bueno, en realidad existe un gasto importante que sí se ha escapado a esta ola de recortes reinante: la candidatura olímpica de Madrid 2020.

Hay que recordar lo que pasó en febrero de este año, cuando el primer ministro italiano, Mario Monti, llegado al cargo para recortar el gasto en Italia, anunció que imponía el fin de la candidatura de Roma a los Juegos Olímpicos de 2020 por una única razón: austeridad. No se gastaría un euro más en dicha campaña. Con dicha renuncia no quedaba ninguna candidatura de un país europeo u occidental, que son los que más duramente sufren esta crisis económica. Bueno, perdón, quedaba la candidatura olímpica de Madrid.

No voy a reiterar todas las medidas de Rajoy y de cómo su Gobierno está cargando el peso de la crisis en la clase trabajadora y en las clases medias, sin crear empleo y con los comedores solidarios al límite. Por ello, resulta escandaloso que se mantenga, en estos momentos, una candidatura olímpica, que además ha sido rechazada dos veces anteriormente, en 2012 y en 2016.

La Olimpiada de este año se celebra en Londres. La candidatura de la capital inglesa fue presupuestada en un principio en unos 2.000 millones de libras esterlinas, pero según los últimos datos del Gobierno británico, el coste alcanzará unos 10.000 millones. Cantidad que debemos pasar a euros para comprenderla mejor. Redondeando cada libra equivale a un euro y medio. O sea, que nos podemos hacer una idea de las cantidades millonarias que se ponen en juego. No es extraña esta cifra si la comparamos con anteriores convocatorias como la Olimpiada de Atenas 2004, que costó alrededor de 7.000 millones de libras, o Pekín 2008 que alcanzó los veinte mil millones ¿Cuánto costará con esta proyección la Olimpiada del 2020?

Según algunos estudios, la Olimpiada de Madrid, en todo su proceso, costaría sobre 18.300 millones de euros, de los cuales unos 15.000 millones corresponderían al Gobierno central. Cantidad lógica si se tiene en cuenta que solo la candidatura de Madrid 2016, perdida finalmente ante Río de Janeiro, costó en su presentación 37,8 millones de euros según declaraciones del actual ministro y exalcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón.

Me pregunto, ¿estamos en condiciones económicas para asumir estos gastos? Porque mientras tanto -no lo olvidemos- se impone el copago farmacéutico, suben brutalmente las matrículas en las universidades, y se recortan también las convocatorias de empleo público por citar solo otros ejemplos de esa política.

Se puede argumentar a favor de ese gasto millonario la publicidad mundial que representa para la ciudad, el gran reclamo turístico. Pero, ¿a qué coste? Además, ¿por qué tiene que celebrarse en Madrid, que ya cuenta con publicidad suficiente y dispone de inversiones públicas que llueven siempre, sea cual sea el partido que esté al frente del Gobierno?

Seguramente nos encontramos con un pensamiento centralista que persiste y perdura. O tal vez se trataba de que el PP quería darle ese caramelo a Alberto Ruiz Gallardón, que ha sumado ya dos rechazos a un proyecto con tintes personalistas.

Mientras tanto, en Andalucía seguimos incrementando nuestras cifras de paro sin que haya un plan global de todas las administraciones públicas, empezando por el Gobierno central, porque el paro aquí es una cuestión de Estado, es especial y excepcional y no solo por su número, sino también por las consecuencias que está teniendo en todos los aspectos de la vida andaluza.

Los andalucistas hemos planteado y defendemos un Plan de Empleo Prioritario para Andalucía (PEPA), bajo estos principios. Con el dinero que se ahorraría de la presentación de esa candidatura ya tendríamos para empezar a desarrollarlo. Una candidatura para una Olimpiada, con los gastos que conlleva, resulta ahora una afrenta para todos los hombres y mujeres que se encuentran en situación de desempleo, para tantas familias que lo están pasando mal, para obreros, emprendedores y empresarios. Creo que con esa política, el PP viene a demostrar que todos los ciudadanos de este Estado, que los españoles, no somos todos iguales y los andaluces menos todavía.

Por ello, solo hay una salida: que el presidente Rajoy imponga que se renuncie a la candidatura olímpica de Madrid de 2020. Si no lo hace, habrá perdido toda su credibilidad. Porque no se puede recortar siempre en el mismo sitio.