Regreso al pasado en RTVE

El Gobierno zanjó ayer expeditivamente las dificultades que planteaba la renovación del Consejo de Administración de RTVE. Con el argumento del desgobierno que padece la corporación desde que en julio de 2011 dimitiera de la presidencia Alberto Oliart, elegido por consenso de acuerdo con la ley de 2006 que requería la mayoría de dos tercios del Congreso, el Ejecutivo ha dictado un decreto ley que le permitirá utilizar el procedimiento contemplado en una disposición transitoria de aquella norma según la cual, excepcionalmente, el Consejo podía ser nombrado por mayoría absoluta en aquel momento fundacional. La renuncia a la mayoría cualificada para designar la dirección ejecutiva de la corporación supone una vuelta al pasado, es decir, el regreso a un audiovisual público politizado y al servicio de la mayoría de turno. Es una mala noticia para todo aquel que crea que la profesionalidad y la libertad de expresión han de brillar también en los medios públicos. La vuelta atrás es un fracaso político que hay que atribuir a los grandes partidos, incapaces de entenderse una vez más, y que generará desafección en la ciudadanía.