El PSOE alega que hay «otras salidas posibles» contra la crisis

Ni un beneficio para los ciudadanos reconoce el PSOE en las actuaciones llevadas a cabo por el Gobierno de Mariano Rajoy en sus primeros cien días de Gobierno. Ni tan siquiera dan por bueno que las duras medidas de ajuste y las reformas estructurales emprendidas sean ineludibles para evitar un mal mayor en un país que sigue bajo la lupa de los mercados y sobre el que ha vuelto a planear la sombra de la intervención. «España -admitió la vicesecretaria general del partido, Elena Valenciano- está en situación de dificultad, pero hay otras salidas posibles».

Los socialistas -que en su estrategia de 'oposición útil' apoyan la reestructuración del sistema financiero y, conceptualmente, el cumplimiento del objetivo de déficit para 2012, pero poco más- sostienen que el Ejecutivo utiliza la crisis como coartada para emprender «contrarreformas» de un fuerte calado ideológico. «¿Fructíferos? Sí, estos cien días han sido fructíferos en recortes de derechos, para los defraudadores, para el ala más dura de la Conferencia Episcopal y para el sector más ultraliberal de la CEOE; para la sociedad española, no», replicó tajante Valenciano al vicesecretario general de Organización del PP, Carlos Floriano.

Tras la reforma laboral, el principal partido de la oposición ha encontrado en la 'amnistía fiscal' recogida en los Presupuestos Generales del Estado aprobados el pasado viernes un gran motivo de crítica. La medida, pensada para hacer aflorar 25.000 millones de euros hoy fuera del control de Hacienda, es para el PSOE «impresentable».

También en su día el PP lo creía así. Cuando desde el Ministerio de Economía que dirigía Elena Salgado se lanzó un globo sonda con una medida semejante, sus dirigentes pusieron el grito en el cielo. Ahora son ellos los que ofrecen perdón a los evasores de impuestos a cambio de pagar el 10% del dinero oculto. Y se han vuelto las tornas.

«Es una medida que desincentiva a la gente a pagar a Hacienda pero además quiebra el principio de igualdad -alegó Valenciano- porque con la subida del IRPF la media de lo que tributan los trabajadores rondará 21%, el doble de lo que pagarán los defraudadores».

Amnistías socialistas

En 1984 y 1991 los gobiernos socialistas de Felipe González ya llevaron a cabo sendas 'amnistías fiscales', pero los socialistas aducen que aquellos casos no son comparables con el actual. ¿Su argumento? «Entonces aún se estaba poniendo en marcha el sistema fiscal y lo que se hizo fue poner el contador a cero con la creación del a Agencia Tributaria».

Tampoco ocultan que es difícil encontrar una alternativa para intentar que el dinero negro salga a la luz, si es que es posible. Valenciano incluso admitió que su propuesta de un impuesto para grandes fortunas haría poco tentador el retorno del capital evadido a España. En todo caso, dijo, «el mensaje que se lanza con una amnistía fiscal es negativo para el propio país». A eso se añade otro reproche, que Rajoy ha vuelto a hacer lo que dijo que no haría. «Se alió con la crisis para llegar al Gobierno y ahora -advirtió la número dos del PSOE- se le ha vuelto en contra».