Una trabajadora en la cinta de producción de un almacén de productos congelados. :: FERNANDO DÍAZ
CÁDIZ

La crisis se come la igualdad laboral

El sueldo medio de las gaditanas no llega ni a los 13.000 euros, un 30% menos que el de los varones Los ajustes y las reformas aumentan la amplia brecha salarial entre hombres y mujeres

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No parece lógico hablar de planes de conciliación o incentivos a la contratación femenina en un ambiente de ajuste presupuestario. Cuando lo que se respira es austeridad en la gestión y reformas que limitan los derechos laborales, las desigualdades de salario y condiciones para hombres y mujeres vuelve a crecer. Los años duros de la crisis han supuesto un frenazo para ese equilibrio al que se podía aspirar durante la época de bonanza. Pero el mercado laboral se ha convertido en un sálvese quien pueda que apenas deja espacio para las medidas de igualdad. Las expectativas en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora que se celebra hoy son quizá más pesimistas que nunca.

La recesión carga sobre la espalda de los colectivos más desfavorecidos: parados de larga duración, trabajadores no cualificados, asalariados a tiempo parcial y todos ellos tienen nombre femenino. La catedrática de Derecho Laboral de la Universidad de Cádiz, Teresa Pérez del Río, señala que «las diferencias se han acentuado en estos años de crisis», especialmente por la situación de la que partían las trabajadoras. La caída del consumo ha lastrado el sector servicios, que emplea a nueve de cada diez gaditanas ocupadas, según recoge la última Encuesta de Población Activa (EPA) y ahí es donde se hace más patente la brecha salarial.

«Cuanto menor es el nivel de especialización más grande es la diferencia», insiste la profesora Pérez del Río. Y en este caso, los datos hablan por sí solos. El salario medio de las gaditanas es de 12.874 euros al año, frente a los 18.605 de los hombres. Así se desprende del informe 'Mercado de Trabajo y Pensiones' que publica la Agencia Tributaria. La distancia es del 30% y tiende a crecer.

Y ante este panorama, la catedrática de la UCA considera «preocupante» que se empiecen a tomar medidas contra la crisis olvidando los instrumentos esenciales de igualdad laboral. «Lo primero que se ha hecho es suprimir el ministerio y posteriormente, plantear medidas que van a perjudicar más a las mujeres».

Teresa Pérez del Río ve en el nuevo decreto de reforma laboral una herramienta que contribuirá a incrementar la brecha. Señala que «se han eliminado las subvenciones para contratar a mujeres que se incorporan al trabajo tras abandonar sus puestos para cuidar a los hijos». La pérdida de peso de la negociación colectiva «también incidirá, así como el abaratamiento del despido y la flexibilidad de la movilidad funcional». Todos ellos dificultan la conciliación y, especialmente, la maternidad.

La profesora universitaria destaca que ya son muchos los órganos que alertan de este retroceso como el propio Banco Mundial. Precisamente las organizaciones sindicales reivindicarán eso mismo durante la jornada de hoy. Bajo el epígrafe 'Hacia atrás ni para coger impulso' harán una reivindicación de este derecho. Rosario Iglesias, secretaria general de la Mujer en CC OO Cádiz insiste en que la mala salud de las administraciones y «el deterioro de los servicios públicos ha afectado directamente al empleo femenino». La responsable sindical pone como ejemplo todos los casos de impago a las empresas de ayuda a domicilio o la falta de sustituciones en centros sanitarios.

La calidad en el empleo también se ha visto reducida. «Todos esos derechos como las horas de lactancia o el reconocimiento de la jornada reducida que tanto han costado se ven muy mermados y tal como está la situación quién es capaz de reclamarlos», recalca.

Por su parte, la secretaria de Políticas Sociales de UGT Cádiz, Rosario Ganaza, advirtió de que la reforma laboral «relegará a las mujeres al ámbito privado» no porque las leyes lo prohiban expresamente sino porque «las circunstancias laborales que se contemplan en la normativa no van a propiciar para nada la conciliación de la vida laboral y familiar». Ganaza denunció el «déficit histórico» de las gaditanas para acceder al mercado laboral. «Ni siquiera en las épocas de bonanza, las gaditanas hemos tenido mejores índices de inserción». Serán las cifras del desempleo de los próximos meses las que darán cuenta del impacto que este cambio legal supone en el mercado de trabajo.