Siete palabras excelentes

No marcaba el Viernes Santo en el calendario, pero como si lo fuera. No hay escenario más idóneo para que una obra sea interpretada que el mismo para el que fue concebida. Y el público, más de doscientos años después de su primer estreno, no falló. Ni mucho menos salió decepcionado. Jornada musical para enmarcar ayer en Cádiz, en la recta final del ciclo ¡ 'Viva la Pepa'! que ha organizado en torno a la música del periodo de la Constitución de 1812 el Centro Nacional de Difusión Musical y el Consorcio para la Conmemoración del II Centenario de la Constitución de 1812. El Oratorio de la Santa Cueva acogió la brillante actuación del Cuarteto Casals, sin duda, el grupo de cámara español de mayor prestigio internacional, que ofreció la versión para cuarteto de cuerda de 'Las Siete Últimas Palabras de Cristo en la Cruz', de F.J. Haydn.

Los Premio Nacional de Música ya estuvieron en el mismo lugar y con el mismo repertorio hace ocho años, pero ayer llegaban con la vitola de intérpretes consagrados. Y el resultado fue de matrícula de honor. El oratorio se quedó pequeño y más de medio centenar de personas se quedó sin la posibilidad de asistir a un concierto «excelente», como han destacado la mayoría de los asistentes. «Ha sido muy emocionante, un autentico lujo. Estar en un sitio tan pequeño y con tanta historia con la música de un grupo que le imprime tanta intensidad es emocionantísimo», destaca Elena Angulo, coordinadora del ciclo organizado por el Consorcio 'Tiempo de cambios'.

Nebra y Beethoven

El sobresaliente ha sido la tónica general de este ciclo que se abrió el jueves con la Orquesta de Córdoba y como a buen seguro se cerrará hoy. Esta mañana, recién llegado de Rusia, el pianista onubense Javier Perianes clausura el primer '¡Viva la Pepa!' que, como dijo hace unos días a LA VOZ su director, Antonio Moral, aspira a tener continuidad en años venideros.

Perianes ofrece, a partir de las 12 horas en el Palacio de Congresos gaditano, un repertorio basado en las músicas del compositor sevillano Manuel Blasco de Nebra (1730-1784), al que el solista acaba de dedicarle un disco. En el programa de hoy lo contrasta con dos de los grandes intocables del panteón universal del Clasicismo vienés: Haydn y Beethoven. «Las seis sonatas del álbum son muy parecidas en cuanto a forma. Las de Garay están muy ligadas a lo espiritual, de la número 2 destacaría que es más virtuosa y ágil», contaba el músico el martes, antes de marcharse a Rusia, donde el viernes participaba junto con el viola Yury Bashnet en el concierto inaugural del V Festival de las Artes de Soci. «No es un rescate, porque se han interpretado mucho las obras de Nebra. Lo conozco bastante porque me inicié en él muy joven y fue para mí una gran novedad. Es una música muy interesante, fascinante», continúa.

El pianista onubense está preparando un disco dedicado a Beethoven y el voto perpetuo que publicará el sello Harmonia Mundi. Es uno de sus muchos proyectos y actuaciones cerrados por todo el mundo. Una de sus citas más importantes será en el Festival Internacional de Música y Danza de Granada. Allí ejercerá en una posición recién creada en el evento: el artista en residencia.