Cartas

Jubilosos

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Quisiera expresar en este escrito el sentimiento de admiración que me ha inspirado el libro, 'El Evangelio de las personas mayores' de José Luis Jordana Laguna.

Si yo fuera Jesús de Nazaret, iría por todos los confines del planeta transmitiendo lo que Él predicó. Pero me voy a conformar con lo que soy, un anciano pensionista que ha tenido la suerte de leer a Jordana, que para mí es como un san Pablo de los tiempos que corren.

El señor Jordana recrea los Evangelios haciendo una feliz parodia de la vida pública de Jesús que con singular maestría adapta con inusitado cariño a los mayores. Al no ser yo Jesús, ni ninguno de sus apóstoles, ni siquiera el autor del libro, me conformaré con ser un seguidor más que, como ya he dicho, he podido ser influenciado por su luminosa prosa.

En los primeros días del mes de diciembre viajamos a Madrid con la intención de visitar el Museo del Prado para ver la exposición itinerante del Hermitage. Para completar el trámite de nuestra visita, me puse en contacto con la directiva de la Confederación Española del Aula de la Tercera Edad (CEATE ). Feliz encuentro en el que reconocí a Miguel Bordejé Antón, promotor del voluntariado de guías en el Museo Provincial de Cádiz, que no veía desde enero de 2000. Don Miguel, después de instruirme de la actualidad de la Confederación y de otras amables atenciones, me obsequió con varias revistas y unos libros entre los que se encontraba el que ha sido objeto de este escrito. Y retornando al efecto que produjo en mi sentir de cristiano el conocimiento del mencionado texto, quiero decir que me sumo a su autor con el deseo de hacer llegar el mensaje a cuantos más jubilados y pensionista pueda. Bienaventurados los pensionistas y jubilados jubilosos porque de ellos será el bienestar social con la bendición de Dios.