El Tesoro coloca deuda a tipos más bajos

Pese a la desconfianza generalizada en las economías de la zona euro, y a las dudas que suscita la resolución de la crisis griega, los inversores siguen encontrando atractiva la deuda española a corto plazo. La 'barra libre' del Banco Central Europeo, que volverá a proporcionar el próximo mes de febrero financiación barata a la banca al plazo de tres años, continúa obrando el milagro.

La nueva cita del Tesoro español con los mercados se saldó ayer por sexta vez consecutiva con abundantes solicitudes y reducción del precio. Para una propuesta máxima de 2.500 millones, la demanda rozó los 14.000 millones de euros, pero las adjudicaciones se limitaron a lo que inicialmente se había previsto.

En concreto, se colocaron 1.106 millones a seis meses con una rentabilidad del 1,9%, la más baja desde junio del pasado año e inferior en seis décimas al 2,53% de la emisión precedente del mismo plazo. Por otros 1.400 millones a tres meses se comprometió una retribución marginal -la más elevada antes de suspenderse la adjudicación- del 1,33%, que en este caso es la más reducida desde marzo de 2011 y se encuentra medio punto por debajo de la asumida en la puja anterior, cifrada en el 1,88%.

Pero las restriciones del mercado no están ni mucho menos resueltas. Prueba de ello es el aplazamiento que el Fondo de Amortización del Déficit Eléctrico se ha visto obligado a realizar de la emisión de bonos a cuatro años que tenía previsto llevar a cabo por valor de 500 millones de euros. Las entidades colaboradoras no encontraron demanda suficiente en el mercado, pese a ofrecer intereses 70 puntos básicos por encima de los que se están pagando por el bono español con vencimiento en 2016. Desde septiembre de 2011, las condiciones del mercado han hecho inviable la colocación pública de estos títulos, y las compañías están llevando a cabo colocaciones privadas para financiarse.