Guerra abierta entre renovadores y pizarristas tras la asamblea de Cádiz

El resultado de la asamblea local del PSOE, celebrada el pasado lunes en Cádiz, no ha hecho más que agrandar la crisis interna que vive el socialismo gaditano. Esta reunión sirvió para elegir a los 44 delegados que enviará la agrupación de Cádiz al congreso provincial del próximo 20 de enero.

Las agrupaciones socialistas de la provincia celebran esta semana en sus municipios asambleas para designar a los 250 compromisarios que estarán en el congreso provincial, del que saldrán los 27 delegados que viajarán el 3 de febrero a Sevilla para participar en el Congreso Federal. De este último cónclave socialista saldrá el nuevo líder del partido y la nueva ejecutiva.

De nada ha servido el llamamiento a la unidad que hizo en diciembre el cabeza de lista por Cádiz al Congreso, Manuel, Chaves, ni la petición de tranquilidad que solicitó a los militantes el secretario provincial, Francisco González Cabaña, para afrontar este proceso asambleario y precongresual.

La aparición en las asambleas locales de listas alternativas a la candidatura oficial ha puesto de relieve una profunda brecha en la familia socialista de la provincia, dividida entre pizarristas y griñanistas. La asamblea de Cádiz fue el pistoletazo de salida y en ella se dejaron patente las diferencias entre ambas corrientes. La candidatura oficial, encabezada por Marta Meléndez, y orquestada por el sector pizarrista, medía sus fuerzas con la candidatura que apostaba por la renovación y que lideraba la exconcejal Natalia Álvarez. Los pizarristas se impusieron a los renovadores en Cádiz por 50 votos, un 62% frente a un 37%, lo que se traduce en 27 delegados para un sector y 17 para el otro. Sin embargo, los reproches saltaron ayer a la luz pública.

El secretario local de la agrupación de Cádiz y miembro del aparato del partido en la provincia, Federico Pérez Peralta, reconocía sin tapujos a LA VOZ que los grandes derrotados de la asamblea del lunes fueron el exdiputado Rafael Román y el consejero de Gobernación, Francisco Menacho, destacados líderes de la corriente griñanista en la provincia. Según Peralta, «ambos han sido instigadores de la ruptura de la unidad del partido en la ciudad con sus reuniones sectáreas». Peralta aclaró que el resultado de la reunión de Cádiz ha supuesto el respaldo al liderazgo de Marta Meléndez y un apoyo a la ejecutiva local. Considera que la victoria le sabe a «gloria bendita» y es «una derrota sin paliativos para dos grandes perdedores como Menacho y Román».

El secretario local se muestra satisfecho con el reparto de delegados entre ambas listas y aclara que «se ha ganado con claridad y amplitud».

Por su parte, el ex diputado Rafael Román, defensor a ultranza de un cambio radical en la organización del PSOE gaditano indicó al respecto que el resultado de la votación «es estimable en ambas listas». Es decir, ni los pizarristas han ganado por una amplia mayoría, ni los renovadores han perdido por goleada. Román reclamó un nuevo impulso para el partido con la incorporación de caras nuevas. En este sentido, señaló que en los últimos meses, el partido ha perdido en Cádiz a 250 afiliados y «sus responsables deben tomar nota».

Más críticas al aparato

Natalia Álvarez era ayer una mujer feliz. La exconcejala socialista valoraba como muy positivos los resultados obtenidos en la asamblea del lunes por la lista alternativa que ella misma encabeza. Para Álvarez los 17 delegados obtenidos por su lista, con 84 de los 228 votos emitidos por los militantes que asistieron a la asamblea de la agrupación local suponen haber «conseguido despertar a la gente con una alternativa». Considera que los resultados del lunes son el «punto de partida para que sepan que estamos ahí y que no estamos de acuerdo con lo que hay. Llevamos desde 1995 perdiendo elecciones con la misma dirección. Hay que renovar el partido con caras nuevas».

Desde la lista alternativa se apunta que la ruptura que supone el haber presentado una candidatura contraria a la «oficial» encabezada por Marta Meléndez no va contra nadie en concreto, sino «contra un proyecto y una forma de trabajar».

Natalia Álvarez, que vuelve al primer plano de la política tras quedar fuera de la corporación del Ayuntamiento de Cádiz después de las últimas elecciones municipales, tiene claro que por delante hay «un camino largo, pero que hay que empezar ya» para «cambiar la ejecutiva local».