La asistencia estaba centrada en la limpieza y el aseo de los usuarios discapacitados. :: J. MARTÍN
Ciudadanos

Cruz Roja suspende la asistencia a domicilio para 14 familias

La entidad justifica la medida por una decisión a nivel nacional ante la necesidad de destinar la subvención para otros programas

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Cuando Inmaculada Muñoz entraba por la puerta, Dolores Alpuente respiraba tranquila. Sabía que su hija con discapacidad física y mental estaba en buenas manos. «Inma es como de la familia», confiesa. Por eso, cuando se enteró que la trabajadora de Cruz Roja no vendría más se le cayó el alma a los pies. «¿Y ahora qué hacemos?», Alpuente lanza la pregunta al aire imaginando el futuro de que su marido se tenga que hacer cargo en solitario de su hija cuando a ella la tengan que operar del corazón. La historia de Dolores es una de las 14 que se han visto afectadas por la medida que Cruz Roja ha tomado en la ciudad. La entidad ha decidido suprimir desde comienzos de año las ayudas a domicilio para familias con escasos recursos y con miembros con algún tipo de discapacidad.

Se trataba de una asistencia básica destinada tanto al aseo de los enfermos, como la limpieza del hogar. Lo explica una de las dos trabajadoras que también se han visto afectadas por la decisión, Inmaculada Muñoz. Ella se encargaba de la mitad de los usuarios a los que atendía una hora por semana. «Lo que más me duele de esta situación es que haya familias que se hayan quedado sin la asistencia habiendo realmente trabajo», explica la propia Muñoz. Desde el 1 de enero ya ella no visita los hogares.

«A mi me llamaron en torno al mes de noviembre para comunicármelo», reconoce Alpuente. Desde entonces han estado buscando una solución a su problema. «Con la ayuda a la dependencia y la pensión de mi hija. No nos llega, son muchos gastos», recalca esta gaditana de 65 años. En principio, desde la propia Cruz Roja ofertaron a los afectados dos soluciones: reclamar la ayuda de la Ley de la Dependencia o la de los Servicios Sociales del Ayuntamiento. «Lo que pasa es que las ayudas están paradas o tardan mucho en darlas y los Servicios Sociales municipales están colapsados», explica Muñoz.

Decisión anunciada

Lo cierto es que la supresión del servicio estaba anunciada por la propia Cruz Roja a los trabajadores desde comienzos de 2011. «En principio éramos cuatro personas las que prestábamos el servicio. A finales de 2010, despidieron a mis tres compañeras y me quedé yo sola hasta que contrataron a una chica más para el periodo de este año», resume Muñoz. Así es como pasaron de más de 30 familias asistidas, a las 14 actuales.

Mariola Rodríguez, responsable de personal de Cruz Roja, confirma el plazo explicado por la ya extrabajadora de la entidad. «No es una decisión que competa solo a Cádiz, es a nivel nacional. Hace tiempo que se lo informamos a las familias», matiza. La causa se encuentra en que la ayuda básica a domicilio era «un proyecto subvencionado» y con esa aportación Cruz Roja ha decidido poner en marcha nuevas vías de ayuda. «Ese servicio ya pueden prestarlo otras instituciones o entidades privadas», reconoce Rodríguez. Eso y el nuevo contexto social y económico ha empujado a Cruz Roja a destinar la subvención a otros proyectos. Rodríguez así lo explica: «Hemos tenido que reorientar la ayuda a alimentos para familias necesitadas».

Mientras, Dolores Alpuente e Inmaculada no consiguen comprender la situación. «Estas familias se han quedado tiradas con una ayuda que les hacía mucha falta», denuncia Muñoz. Por su parte, Dolores Alpuente después de llevar años recibiendo la visita de Inmaculada cada día de la semana intenta habituarse a su nueva situación. «Lo que no sé es cuánto tiempo podremos estar así», sentencia con resignación.