Uno de los detenidos es conducido ayer a los juzgados de San Fernando. :: C. C.
Ciudadanos

Desarticulan una banda dedicada al robo formada por más de 30 rumanos

Los presuntos miembros pasaron ayer a declarar en los juzgados de San Fernando, en medio de un gran dispositivo policial

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
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Justo una semana después de que un aviso de bomba alertara la tranquilidad de los juzgados de San Fernando, obligando a desalojarlos el pasado 16 de diciembre, la plaza de San José volvía ayer a ser acordonada. ¿De nuevo un aviso de bomba? No, esta vez no era la Policía Nacional, sino la Guardia Civil, la que desplegó el cordón policial en torno al edificio judicial, además de varios furgones, patrullas y un autobús del que fueron saliendo hasta treinta detenidos, que entraron esposados en el juzgado.

Se trata del resultado de la última operación llevada a cabo por la comandancia de la Guardia Civil en Cádiz, cuyos agentes de la Policía Judicial han detenido a 33 personas en diferentes provincias, por presuntos delitos contra el patrimonio. No se ha especificado si se trata de qué tipo de robos y de qué materiales. La inmensa mayoría de los arrestados -28 de ellos, entre hombres y mujeres- se llevaron a cabo en Huelva, en la ciudad de Almonte. Otras cuatro personas fueron detenidas en las provincias de Sevilla y una más, en Jaén. Al menos 31 de los supuestos miembros de esta organización a la que se le achacan delitos contra el patrimonio, son ciudadanos de Rumanía. Los otros dos restantes son un español y una persona de origen búlgaro.

Aunque la 'operación Turbina', como ha sido bautizada por la Guardia Civil, se ha desarrollado fuera de las fronteras de Cádiz, la investigación comenzó en esta provincia. No en vano, el primer robo achacado a esta banda de Europa del Este se cometió en San Fernando. Este ha sido el motivo por el que la instrucción ha recaído en el juzgado mixto número 2 de la ciudad isleña, donde pasaron a declarar ayer gran parte de los detenidos, que uno tras otro fueron desfilando desde el autobús de la Guardia Civil hasta el interior del edificio judicial. El importante despliegue del instituto armado llamó la atención y la curiosidad de no pocos vecinos isleños, que a pesar de la niebla que había tomado la plaza, se preguntaban los motivos de tanta presencia de agentes.

Junto a los curiosos se encontraban también varios familiares de los arrestados, que se agolparon en la plaza de San José a la espera de poder ver pasar a los detenidos. Algunos llegaron el pasado miércoles a San Fernando, según reconocieron a este medio, poco después de que se produjeran las detenciones. Según contaban ayer, no estaban al tanto de qué delitos se le imputaban a sus familias. Y es que la operación se encontraba ayer aún bajo secreto de sumario.

Sin embargo, el espectacular despliegue policial en la ciudad era difícil de disimular. Desde la Comandancia de la Guardia Civil en Cádiz se facilitaron solo algunos detalles de esta actuación. Los aspectos esenciales que no supongan una violación del secreto sumarial, pero sobre todo, que no den al traste con el resto de la investigación. Según una nota del instituto armado, las detenciones se produjeron el pasado miércoles 21 de diciembre por agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Cádiz, con el apoyo de sus compañeros de la unidad de control de masas de la Guardia Civil, GRS-2 con base en Sevilla, y efectivos de la Comandancia de Huelva.