Rajoy en Europa

No es lo mismo ver los toros desde la barrera que lanzarse al ruedo con el capote. Acabamos de asistir a lo que podría ser la 'alternativa' de Mariano Rajoy en el ruedo europeo y la verdad es que se le ha visto menos decidido que durante la campaña electoral o en el famoso debate televisivo en el que noqueó a Rubalcaba. No hay más que ver la cara de sustito que tenía a su llegada a la cumbre de Marsella, en la que ha presentado sus respetos, por no decir que ha rendido pleitesía, a Merkel y Sarkozy. Sus declaraciones tampoco es que fueran muy airosas. Eso de que le haya dicho a Angela Merkel que España estará en la Unión Europea «trabajando, opinando y existiendo» no es un acierto precisamente, porque implica el reconocimiento o la admisión de que hasta ahora nuestro país ni ha trabajado ni ha opinado ni, lo que es peor, ¡ha existido! Rajoy se presenta ante los amos de Europa, levanta el dedito y dice «perdonen, que existimos». Solo le ha faltado decir «y a sus órdenes». Desde luego no es una actitud muy torera. Me da que Rajoy está realmente perdido, no sabe qué hacer y piensa entregarse a los poderosos europeos y dejarse llevar, que ellos ya sabrán cómo salir de esta. Y si no, que Dios nos asista.