DE ZORRILLA A LA MAREA

HAY QUE CAMBIAR

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Está claro que los sindicatos se crearon para la defensa de los trabajadores y que a lo largo de su historia (más que nada al principio) han servido para cimentar derechos que antes no existían. Hasta ahí bien, pero los tiempos cambian y también las formas de defender los ideales, hasta tal punto que muchos incluso los olvidan. El otro día me comentaba un amigo que lleva parado más de un año que, curiosamente, quien en estos momentos le está ayudando a mantener a su familia es la Iglesia. Para él, agnóstico convencido, le resulta chocante la situación «pero tengo que reconocer que es así, me pagan la luz, me dan comida para casa y los voluntarios me informan de las ofertas de trabajo que van saliendo por si alguna se ajusta a mi perfil». Su sindicato, al que acude cada vez menos, «ni siquiera me ha planteado si tengo para comer, únicamente me ofrece cursos para desempleados por los que cobrarán una pasta para mantener a los liberados y justificar sus ingresos». Paco (nombre ficticio) ya no cree en sus líderes sindicales «porque parece que los cinco millones de parados hemos dejado de ser trabajadores de la noche a la mañana y ya poco importamos». Dándole vueltas a la imaginación (tiempo tiene de sobra) plantea reducir las subvenciones que los sindicatos reciben del Estado para cursos (tiene más de 30 que no le han servido para nada en un año e incluso algunos le caducan), o bien que éstos dediquen el dinero que se embolsan a ayudar a las familias que lo necesitan, «como las iglesias y ONG, ya sé que mis compañeros pensarán que es una barbaridad, que me he vuelto loco, pero en estos momentos es lo más procedente, el problema también es de ellos y en tiempos difíciles hay que implicarse y demostrar que trabajadores somos todos, que a cualquiera nos puede pasar y que hay que cambiar la forma de actuar» . El beneficio será para todos.

Wikilikidersas

Curiosidad de la semana.Teléfono 955018000. Sevicios Centrales del SAS donde se cuece el tema de Bolsa Única. Centralita. Comprobado por mí esta semana para que no digan que invento. El operador u operadora, cuando ve un teléfono privado, o de otra provincia, te dice directamente, «que no están autorizados a pasar llamadas de Bolsa Única porque hay que dirigirse a las Unidades de Atención al Profesional de cada Hospital». Con dos ovarios. Sin que tú previamente le hayas dicho cual es el motivo de tu llamada. El mío, simplemente, era otro. Pues nada, lo intentamos en la Unidad de Selección Temporal de la Dirección General de Personal y Desarrollo Profesional del hospital Puerta del Mar, que tiene dos líneas. Un teléfono-fax, donde te puedes morir, una y otra vez, escuchando el pito del fax más el timbre de llamada posterior, hasta que se corta; y el otro no se coge, cuando la llamada es de un número normal y corriente. Haz la prueba.

Por cierto, se están reduciendo las guardias en servicios importantes como Urgencias de Pediatría, mientras en otras áreas se mantienen. Sería conveniente que alguien eche un vistazo a las personas que cubren esas guardias (más tranquilas y con menos responsabilidad que las de Urgencias de Pediatría) simplemente para ver si quienes las realizan son precisamente quienes recortan personal donde no les afecta para así poder mantener las suyas y, por supuesto, cobrarlas. La semana que viene dedicaré unos parrafitos al perverso sistema de las productividades.