Una paliza policial envía al hospital a un fotógrafo español

Le dieron una paliza y le robaron todo el equipo. La odisea sufrida por el fotógrafo español Gillem Valle en El Cairo recuerda a la caza del extranjero y el periodista que llevaron a cabo durante la revolución egipcia del 25 de enero los 'baltaguiya', matones a sueldo. Pero Valle, que se encuentra hospitalizado en la capital egipcia con una conmoción cerebral, fue víctima de la Policía. Unos hombres vestidos de paisano le detuvieron y arrastraron hasta donde se encontraban las fuerzas antidisturbios. Allí comenzaron a pegarle a puñetazo limpio y con las porras y a propinarle patadas. Gritar que era periodista no le sirvió de nada. Además, se lo quitaron todo: tarjetas de crédito, dinero, el equipo fotográfico valorado en 8.000 euros y hasta la tarjeta de su habitación de hotel.

Valle, que cubría la revuelta egipcia para el diario estadounidense 'The Wall Street Journal', ha recibido el mismo trato que varios reporteros de medios egipcios, que también han acabado en los últimos días en el hospital por palizas de la Policía cuando realizaban su trabajo. La violencia con la que las fuerzas de seguridad están reprimiendo a los manifestantes ha indignado incluso a Naciones Unidas, cuya alta comisionada para los Derechos Humanos, Navi Pillay, pidió ayer a la junta militar que deje de usar una «fuerza excesiva» contra los manifestantes desarmados. El lanzamiento de gases lacrimógenos que está utilizando la Policía en las revueltas, y que han causado muchas de las muertes por asfixia, también está siendo fuertemente criticado. Muchos manifestantes acusan, aunque sin pruebas, a los agentes de usar gas CR, que estaría prohibido por muchos países por su alta toxicidad, además del CS, el que habitualmente se utiliza.