El único robo perpetrado en el casco antiguo fue en el interior de la obra de rehabilitación de la Casa Lasquetty. | VÍCTOR LÓPEZ
CÁDIZ

La Policía investiga cinco robos en negocios y una obra ocurridos de noche

Uno de los objetivos fue la Casa Lasquetty, que están rehabilitando en el barrio de Santa María; el resto se ubica en la zona de Extramuros

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Entre las ocho y media de la mañana y las doce del mediodía del martes, la Comisaría Provincial recibió hasta cinco denuncias por robos perpetrados en la capital en la madrugada anterior. Las denuncias fueron llegando conforme los perjudicados acudieron a abrir sus negocios o se percataron de que alguien se había colado por la noche y había revuelto en el interior. Al perpetrarse todos los golpes en la misma noche y algunos de ellos en puntos no alejados entre sí, la hipótesis más sólida es que fueron ejecutados por la misma mano o manos.

De los cinco robos, cuatro de ellos se cometieron en la zona de Extramuros. El único perpetrado en el casco antiguo fue en el interior de la obra de rehabilitación de la Casa Lasquetty; una casa-palacio del siglo XVIII en el barrio de Santa María. El primer aviso que llegó a la Comisaría Provincial procedía de este lugar. Los primeros en llegar al tajo comprobaron que alguien había entrado en la finca por la noche. Según confirmaron fuentes policiales, a falta de una cuantificación más exacta de lo sustraído, los cacos se habrían llevado herramientas.

Las obras paralizadas y las viviendas abandonadas están siendo asaltadas con relativa frecuencia por los amigos de lo ajeno. Desprovistas de seguridad alguna, los ladrones buscan en ellas chatarra y materiales de valor como cobre. Así ocurrió en mayo cuando la Casa del Almirante fue asaltada. Los ladrones se llevaron las tuberías de cobre. O lo sucedido a los vecinos de una finca en Obispo Urquinaona, que tuvieron que abandonar por peligro de derrumbe y durante su ausencia, accedieron a sus casas.

Media hora después de denunciarse el robo en la Casa Lasquetty, llegaba el segundo aviso desde una clínica veterinaria situada en la Avenida Guadalquivir. Los responsables se habían topado al llegar al día siguiente con la cerradura reventada y el interior revuelto. Al formular la denuncia aún estaban pendiente de contabilizar las pérdidas.

En los cuatro negocios que fueron asaltados, el autor o autores accedieron de la misma manera, forzando las cerraduras con escasa delicadeza. Así, en una oficina de seguros de la Plaza Esquivel, en La Laguna, los primeros trabajadores que llegaron a su puesto el martes se encontraron con el mismo panorama. Aquí echaron en falta unos 300 euros en metálico que había en un cajón.

El itinerario de asaltos concluyó en la zona de los juzgados de San José. En una peluquería de la plaza de Los Balbos y en una inmobiliaria de la avenida Ana de Viya también se colaron en la misma madrugada. Los dos negocios amanecieron con las puertas de entrada forzadas y el interior patas arriba. En el segundo establecimiento detectaron que habían desaparecido unos 700 euros en metálico.