Estopa se reinventa

Desde que partieron la pana con 'La raja de tu falda' han pasado doce años y los Estopa ya no son los mismos. Han madurado, se han casado, uno de ellos se ha estrenado en la paternidad y hasta se han comprado un local que hace bien poco era una entidad financiera y la han transformado en su estudio de grabación. Por eso creen que ha llegado el momento de darle una vuelta de tuerca a su carrera. Dicho de otra forma: es tiempo de reinventarse.

Tras cuatro años de silencio y más de tres millones de discos vendidos, el lunes que viene presentan su quinto trabajo de estudio, '2.0', con el que pretenden resurgir de la mano de nuevos sonidos, que se añaden a su rumba de Cornellà tan característica.

«Hemos compuesto temas que han pasado al cancionero popular, pero estábamos en la búsqueda de esto», dicen los hermanos David y José Muñoz de su nuevo álbum. Mantienen la identidad, siguen pisando asfalto, pero además juegan con el rock más cañero, el funk, el swing e incluso con los sones cubanos. «Es el disco, junto con el primero, en que hemos trabajado con más calma, con más tiempo para componer, para reinventarnos», dicen. «Por eso se llama '2.0', señalan, por su relación con el primero, por el renacer».

El álbum se abre con 'Mañanitas', «la canción más sorprendente del disco», según sus autores, ya que mezcla ritmos actuales del estilo Black Eyed Peas con los cañeros de toda la vida tipo AC/DC.

«Para romper tópicos desde el principio», relatan. Y tanto, porque hay una fusión de sonidos electrónicos, vientos, funk, swing y hard rock. El segundo corte del CD, 'Vacilón', inventa un estilo nuevo «la rumba-billy divertida», que bebe de los años 60 de Cuba y Memphis. «No sé cómo, pero es distinto, no es forzado», relatan al explicar el cambio de rumbo. «Hemos descubierto un continente nuevo, lo estábamos buscando desde el segundo disco», añaden. 'La locura' cierra el disco, el apartado de sorpresas y destaca por la fuerza de las guitarras eléctricas. «Nunca hemos hecho una canción tan heavy», reconocen.

Estas tres canciones representan la nueva apuesta del dúo del barrio de San Ildefonso de Cornellá de Llobregat (Barcelona); hay muchas cosas nuevas, pero por supuesto también hay, y mucho, genuino sonido Estopa. El que han creado después de más de diez años en la carretera, el que les ha situado como los reyes de la rumba atípica, callejera y acelerada y el que les ha convertido en un grupo fundamental para comprender la música española de los últimos diez años. Esos Estopa de toda la vida están en 'Me quedaré', 'Rumba sin nombre' y en 'La primavera', «una rumbita estupendamente elaborada, alegre y luminosa», según su propia definición, llamada a convertirse en otro gran éxito.