El Torreón del Sagrario quedó inacabado con paramentos sin revestir y el aire acondicionado sin poner en funcionamiento. :: MIGUEL GÓMEZ
CÁDIZ

Cultura concluirá las obras de Santa Cruz tras cuatro años de parón

La suspensión de pagos de la adjudicataria de los trabajos dejó inacabada la restauración de una iglesia que ahora adolece de otras deficiencias

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El fulgor de la plata, el esplendor de los retablos barrocos y la brillantez de pinturas, artes figurativas y piezas religiosas llevó a más de uno al borde del Síndrome de Stendhal. En octubre de 2007 la iglesia de Santa Cruz se convirtió en escenario de una de las mejores exposiciones de arte barroco que se recuerdan en la ciudad. 'Andalucía Barroca. La imagen reflejada' fue el nombre de una muestra que abundaba en las conexiones mercantiles con Génova, Nápoles y Flandes durante el siglo XVII, desde la mirada del arte. Sin embargo, tras los paneles y vitrinas expositivas se ocultaba una realidad que quedó manifiesta a principios de 2008, una vez desmontada la muestra. En esa fecha, el templo retomó el culto interrumpido un año antes con unas obras de rehabilitación que resultaron inacabadas. Ahora, tras cuatro años de parón, la Delegación de la Consejería de Cultura culminará los trabajos que no vieron la luz en 2007.

Los presupuestos para Cádiz de la Junta de Andalucía incluyen esta partida presupuestaria de cara al 2012. El importe que se destinará aún no se ha concretado aunque sí está cerrado para lo que se destinará. «La idea es concluir una parte de las obras que quedaron sin terminar y por ese motivo no se pudieron recepcionar los trabajos», como confirma a este medio la propia delegada provincial de Cultura, Yolanda Peinado.

El motivo de esa paralización de las obras vino por que la empresa que se hizo cargo de los trabajos, CLAR Rehabilitaciones, se declaró en suspensión de pagos. Una encrucijada burocrática «farragosa», como reconoce la propia delegada, que ha obligado a abrir un nuevo proceso de adjudicación de la segunda fase de los trabajos de restauración en la Catedral Vieja (entre la primera y segunda, se restauró el retablo de los Genoveses, el altar mayor, el de La Coronación y el Torreón del Sagrario).

Ahora, Cultura plantea terminar por fin el revestimiento de los muros que incluirá la pintura de la fachada de la parroquia que da al Campo del Sur. Unos trabajos en los paramentos que se hacen especialmente evidentes en los zócalos de mármol del Torreón del Sagrario (cuyos trabajos se adjudicaron por casi 1.400.000 euros), con partes sin rematar. Además, se contemplan obras de electricidad, la sustitución del pararrayos y la puesta en funcionamiento del aire acondicionado. De hecho, el sistema de aire nunca llegó a ponerse en funcionamiento tras Andalucía Barroca.

Una muestra de ello es el estado que en la actualidad muestran los huecos abiertos en el zócalo del Torreón para instalar las maquinas. Otro de los sistemas que quedó sin terminar fue la calefacción del retablo de los Genoveses, destinada a impedir su deterioro por la humedad o la instalación del ascensor en el Torreón (este último finalmente descartado).

Desperfectos en las cubiertas

Para todos los trabajos que se retoman ahora será necesario una licencia de obra menor, tal y como puntualizó la Junta de Andalucía. Este tipo de permiso hace previsible que no será necesario cerrar de nuevo el templo (como ya ocurrió en 2007) para la realización de estos trabajos que pondrán fin a unas obras no entregadas oficialmente al Obispado. En cualquier caso, la actuación de Cultura no subsanará uno de los grandes males del templo, las cubiertas. Desde Cultura dejan claro que en estas obras no se contempla intervención alguna en las bóvedas que quedaron al margen del primer convenio suscrito con el Obispado y que exigen un complicado proyecto de intervención.

El pasado jueves, la delicada situación de las bóvedas quedó de manifiesto con el desprendimiento de cascotes que se produjo sobre el altar mayor, poco antes de que comenzara la misa. La caída de trozos del revestimiento de la cúpula se suma al constante problema de humedad que sufre el templo, como reconoce su párroco, Balbino Reguera. De hecho, con la llegada de las lluvias, el agua cala el peculiar trasdós de tejas vidriadas y llega al interior provocando desperfectos y humedades.

Ahora, la puesta en marcha del sistema de aire acondicionado, en un templo especialmente castigado por la cercanía del mar, promete aliviar el problema de humedades. Sin embargo, nada se sabe de una futura intervención en las cubiertas que se antoja complicada y costosa. Tampoco está cerrada si quiera la fecha de las inminentes obras que pondrán punto y final a la restauración de la Delegación de Cultura, cuatro años más tarde de lo previsto.

Y eso que desde mediados de mayo arrancará en el Torreón la exposición de la Iglesia de cara al Doce, 'Presencia y memoria'. Una muestra para la que se ha elegido la iglesia más simbólica de Cádiz: la más antigua, la primera Catedral, la que descansa sobre una mezquita. Y la que necesita nuevas intervenciones para garantizar un futuro más cierto que el actual.