La tasa de salida de los asalariados gaditanos es del 16%, mientras que la de entrada en el mercado laboral de la provincia no supera ni el 7%. :: LA VOZ
CÁDIZ

La mano de obra joven huye de la provincia

Casi 30.000 trabajadores menores de 30 años se han marchado de la provincia en solo un año; Sevilla, Málaga y Madrid son los principales destinos de los gaditanos que buscan empleos relacionados con la construcción y el campo

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Hace tiempo ya que el mercado laboral gaditano muestra síntomas de asfixia. No hay espacio para nuevas oportunidades ni los sectores tradicionales tiene la fortaleza suficiente para absorber la mano de obra. La tercera provincia más poblada de Andalucía es la que más trabajadores jóvenes pierde. Un total de 27.711 asalariados menores de 30 años se han buscado la vida en otras zonas de España ante la falta de expectativas, bien por unos meses o de manera indefinida. Así lo recoge el informe anual sobre jóvenes del Observatorio de las Ocupaciones, que depende del Ministerio de Trabajo.

Las actividades con mayor movilidad son las relacionadas con la hostelería, el comercio al por menor, la agricultura y, por supuesto, la construcción. En sectores más cualificados se observa gran movimiento entre los trabajadores de la enseñanza y de la sanidad, así como los que se dedican a la publicidad y los estudios de mercado, que encuentran pocas opciones en la provincia.

Lo que encuentran fuera tampoco ofrece gran estabilidad. Por lo general, se trata de contratos temporales, muchos de ellos por pocos meses, que sirven al menos para ir tirando, pero nada más. En el caso de la provincia, la afiliación a la Seguridad Social de los jóvenes ha disminuido un 35,7% en los últimos cinco años. La caída estrepitosa de la construcción, los vaivenes de la industria y la inestabilidad del sector servicios deja pocas salidas a los que menos experiencia han acumulado. A lo largo de 2010 el descenso de afiliados menores de 30 años cayó un 6,2%.

Las consecuencias a largo plazo de esta tendencia pueden ser graves. Manuel Ortiz, orientador laboral en una empresa de trabajo temporal en la provincia explica que «esta fuga de trabajadores jóvenes da lugar a un mercado laboral anquilosado y estancado». Uno de los principales motivos, además del salario «es la búsqueda de oportunidades que les ayuden a crecer profesionalmente», señala.

«La mayoría de ellos no son empleados cualificados ni de gran formación, otros comenzaron desde muy jóvenes en la construcción y no han hecho nada más en su vida», aclara e insiste en que la motivación no es establecerse en otras zonas, sino «acumular experiencia y volver a sus ciudades cuando mejoren las cosas».

El secretario general de Empleo de CC OO Cádiz, Manuel Campoy, considera que «es pronto para hablar de consecuencias a largo plazo, porque puede tratarse de una situación coyuntural», pero asegura que «cada vez es más habitual que los jóvenes busquen alternativas fuera porque el mercado de trabajo está saturado».

En este caso, insiste en que se marchan muchos jóvenes cualificados y eso se ve en las cifras del paro: «las mayores subidas del desempleo se han producido por el colectivo que no ha tenido un trabajo anterior, sin embargo, parece que se empieza a estabilizar en los demás». Sobre el futuro que les espera fuera de la provincia, señala que «no siempre son buenas condiciones, pero al menos les sirve para ir tirando». Y con estas cifras se aclara uno de los tópicos atribuidos a los trabajadores gaditanos, que son más reticentes a establecerse fuera de Cádiz. Manuel Campoy insiste en que «el asalariado gaditano, como cualquier otro, busca las oportunidades donde surjan».

Billete de ida

El principal destino es Sevilla, por la cercanía con la provincia gaditana. En torno a 9.089 asalariados encontraron allí un trabajo. Le sigue Málaga, donde muchos buscan una salida en la hostelería y el comercio. Con bastante distancia queda Madrid, donde se fueron 3.878 jóvenes a lo largo del año pasado y le siguen otras provincias andaluzas como Jaén, que recibe a un buen número de temporeros de la Sierra para la campaña de la aceituna.

Pero esta sangría no se produce solo entre los jóvenes, en el balance general se repite la misma tendencia. A lo largo del año pasado los gaditanos firmaron 64.727 contratos para trabajar en otras zonas con mejores salidas, mientras que aquí apenas se hicieron 26.776 a gente de fuera. Trimestre a trimestre, el desfase en términos absolutos es el mayor de España, tal como recogen los informes elaborados por el Observatorio de las Ocupaciones.

El saldo es demoledor, casi 38.000 contrataciones se perdieron por el camino y lo peor de todo es que no es la primera vez que ocurre. La provincia no logra recuperarse ni siquiera durante el verano. Sorprende que de zonas como Córdoba, Jaén o Granada, que son las que más ven subir el desempleo durante los meses de calor, salgan menos trabajadores entre julio y septiembre que de la provincia. El desfase entre los que se van y los que entran es también el mayor de todos en ese periodo.