La necrópolis jerezana no ha sido objeto de mejoras desde su construcción, hace ya más de medio siglo. :: LA VOZ
Jerez

El Ayuntamiento renuncia a la privatización del actual cementerio

El objetivo a largo plazo pasa por la construcción de otro camposanto a las afueras con tanatorio, donde sí se podría usar la fórmula de la concesión

JEREZ. Actualizado: Guardar
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La primera reforma del Cementerio de Nuestra Señora de la Merced en casi medio siglo no se acometerá con la privatización de la gestión de las instalaciones, como era el objetivo del anterior gobierno local. El equipo actual tiene en mente llevar a cabo un plan de actuación más modesto en este cementerio frente a la reforma integral que había planeado el gobierno de Pilar Sánchez con la construcción aparejada de un tanatorio en la zona de aparcamientos.

«Hemos elaborado un programa de actuación en el cementerio para, en los próximos cuatro años, ir remodelando lo que se pueda con los propios trabajadores de Infraestructuras», explica el delegado de este área, Urbanismo y Vivienda, Antonio Saldaña. Por tanto la gestión será directa y no indirecta y no se cederá la gestión de la explotación a una empresa, ya sea pública o privada, como pretendía el equipo de Pilar Sánchez.

«No tiene sentido seguir con ese modelo es una zona de crecimiento residencial», precisa el primer teniente de alcaldesa. No se puede olvidar que la posible construcción de un tanatorio e incluso de un crematorio en las inmediaciones del actual camposanto generaron un gran rechazo de cinco asociaciones vecinales de la zona (El Pinar, La Pita, La Milagrosa, La Marquesa y El Pimiento), que se constituyeron en plataforma.

La Ley prohíbe el crematorio

El entonces delegado de Infraestructuras, Antonio Fernández Ortega, tuvo que aclarar que el gobierno no tenía previsto construir ningún crematorio en la zona para llevar a cabo incineraciones. Y es que como los vecinos han manifestado en más de una ocasión, las emisiones de los hornos son tóxicas y pueden perjudicar seriamente su salud, sin obviar que existe una ley que prohíbe la aproximación de los crematorios a menos de 500 metros de núcleos residenciales. Además, en las inmediaciones del cementerio existe un colegio y se construirá un ambulatorios.

Un cúmulo de razones importantes, unido a que se trata de una zona de crecimiento residencial, como matiza Saldaña.

«Consideramos -añade el delegado- que no es el sitio idóneo para que se amplíe el cementerio, por lo que intentaremos llevar a cabo los arreglos». Entre las reparaciones que acometerá el personal municipal con las partidas de las que se vaya disponiendo -no se puede olvidar el delicado estado de las arcas municipales- está la dotación de mobiliario y la adecuación del recinto: alumbrado, reforma de calles y pabellones, nichos y osarios, etc.

Eso sí, el también portavoz del gobierno local precisa que no renuncian a la construcción de un segundo tanatorio en el futuro «pero en otro sitio, a las afueras de la ciudad», para lo que sí se podría plantear una gestión indirecta por parte de otra empresa.

En definitiva, se trata de trabajar en dos sentidos: «adecentar lo que ya tenemos y buscar una ubicación, a más largo plazo, para otro cementerio a las afueras de la ciudad que sí llevaría su tanatorio y su crematorio anexo». En ese caso, «si no podemos acometer la inversión, podría ser una empresa la que lo gestionara».

Ese, por tanto, es «el modelo a seguir» para el futuro, mientras por ahora «se arreglará el que ya tenemos», es decir, el Cementerio de Nuestra Señora de la Merced, recalca el delegado.

De 1,5 a 6 millones

La privatización de la gestión del actual camposanto fue objeto de debate y de diferencias políticas en la anterior legislatura. Los grupos de la oposición, entre los que se encontraba entonces el PP, se quejaban entre otras cosas de que el coste de la inversión para la reforma integral pasara de 1,5 millones a 6 millones de euros.

Asimismo, esta reforma integral pasaba por ceder la gestión de las instalaciones a una empresa durante 50 años. «Nosotros no le vendemos el cementerio a nadie», aseguró el exdelegado de Infraestructuras, Antonio Fernández Ortega, que no se cansó de repetir que la empresa que se haría con la concesión podía ser tanto pública (se barajaba la Mancomunidad de Chiclana) como privada.

Sea como fuere, será la primera reforma en una necrópolis en la que no se ha llevado ninguna actuación desde su construcción, hace ya más de medio siglo.