La familia de Amedey pide «la mayor pena» para los autores del crimen

En un principio no quiso protagonismo y se hizo a un lado. Con la mirada perdida en el suelo solo levantó en dos ocasiones la cabeza para fijarse en los micros. En la segunda ocasión no pudo reprimir las palabras, sentía desolación, indignación e impotencia y todo ello salió de su boca como una tormenta imposible de detener.

«Es la presunta coautora del asesinato de mi hijo y ahora está en la calle y yo no aguanto más porque fue ella la que le golpeó con una botella y le abrió la cabeza para luego pisarla. Y ahora resulta que el otro día se va a una verbena donde actuaba la chirigota de mi hijo y donde estaba mi nieto. Menos mal que no la vieron si no allí había padres de familia que se buscan la ruina. Fue vista por otros conocidos que se contuvieron. La Justicia es una mierda». Manuel Amedey suspiró entonces y se dio la vuelta para ver las fotos que portaban de su hijo, el que llevaba su nombre y luego escuchar los gritos: «Justicia para Amedey». En un principio la concentración estaba planteada para el recuerdo del conocido carnavalero isleño, pero tras la noticia de que la presunta coautora del crimen, que responde a las iniciales M.E.C.M., había salido de prisión preventiva y sin fianza hizo que los asistentes no dudaran en acudir de la plaza del Rey a los juzgados de la ciudad para reclamar justicia. Manuel Amedey falleció el pasado 16 de junio tras recibir una puñalada. Según los familiares, el hombre de 48 años, y que además de padre era abuelo y trabajaba como escayolista, fue a la casa a recoger algunos enseres y su carné ya que había mantenido una relación con la presunta coautora de lo ocurrido. Sin embargo, fue sorprendida por ella y por el conocido como 'El serpiente' (J.J.A.A.) y tras una pelea recibió una puñalada en el torso. Cuando llegaron la Policía y los servicios de atención sanitaria Amedey aún estaba consciente y señaló a 'El serpiente' como su supuesto agresor. El cuchillo dañó varios órganos internos, lo que hizo que la víctima llegará al hospital sin vida y fueran inútiles los intentos de reanimación.

Al terminar el acto los familiares procedieron a recoger firmas para impedir que la detenida continúe en la calle. El proceso está a la espera de juicio con una persona en la calle y con la otra en prisión preventiva. De esta manera, los amigos y familia esperan que el proceso se resuelva cuanto antes y se determine tanto el grado de implicación de los presuntos autores como la mayor pena por el asesinato del isleño, ya que como gritaban a las puertas del juzgado de la plaza San José, el mayor temor residen en que «matar a una persona sale barato».