Economia

El Gobierno ya admite que el crecimiento será menor

La economía se frena más de lo previsto en el segundo trimestre, por el desplome de la inversión y el recorte del gasto doméstico

MADRID. Actualizado: Guardar
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Le ha costado, pero el Gobierno ya reconoce que haría falta un milagro para alcanzar el crecimiento de la economía del 1,3% que se había marcado como objetivo este año. Los datos del segundo trimestre, reveladores de la 'débil' expansión de la actividad, con desplome de la inversión y contención del gasto doméstico, no le dejan otra opción, y el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, admitió que es «más difícil», aunque no imposible alcanzar esa tasa, que solo defiende el Ejecutivo. Hasta el Banco de España se desenganchó meses atrás, al estimar que el avance no irá más allá del 0,8%.

¿Revisará oficialmente el Ejecutivo a la baja sus proyecciones? Si quiere, puede evitarse el mal trago, porque la convocatoria de elecciones suprime la publicación del marco económico que cada septiembre acompaña a la presentación del proyecto de Presupuestos generales del Estado.

Los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística han arrojado un jarro de agua fría sobre las expectativas. El Producto Interior Bruto aumentó el 0,2% en el segundo trimestre respecto al primero, dos décimas menos que en el periodo enero-marzo. El avance respecto al año anterior es del 0,7%, lo que también supone una desaceleración de dos décimas. Las cifras coinciden con las ya adelantadas, pero revelan un frenazo mayor de lo que se pensaba porque la institución ha corregido al alza los datos del arranque del año hasta dejar en el 0,4% la expansión trimestral de los primeros meses del ejercicio y en el 0,9% la comparación con el mismo periodo de 2010.

En consecuencia, la evolución del PIB se frenó más de lo previsto. Las administraciones públicas siguen con el cinturón apretado, y al retroceso de la construcción y de la inversión en bienes de equipo se sumó la marcha atrás en el consumo de los hogares. El gasto doméstico, aunque creció el 0,6% en el segundo trimestre con relación a los primeros meses del año, se redujo de abril a junio un 0,2% respecto al mismo periodo de 2010, algo que no sucedía desde hace año y medio, en plena recesión.

La comparación se ve afectada porque en la primavera de 2010 los consumidores adelantaron compras de bienes duraderos para escapar de la subida del IVA. Pero hay datos que permiten atribuir a la prolongación de la crisis la principal causa de la imprevista desaceleración. Los hogares reducen el gasto porque los salarios sufren recorte tras recorte. En el segundo trimestre cayeron un 0,5% adicional, una décima más que el descenso registrado en el primer trimestre. Y este deterioro de los presupuestos familiares es la consecuencia de la persistente destrucción de empleo. La Contabilidad Nacional calcula que el empleo en la economía desciende a un ritmo del 1%. En el último año la cifra de empleos a tiempo completo se ha reducido en 172.000, y las horas efectivamente trabajadas disminuyen el 1,7%. La buena noticia para las empresas es el descenso del coste laboral unitario en el 1,5%.

Bienes de equipo

En el registro de la actividad durante el segundo trimestre no se percibe mejora alguna en la inversión. El desplome anual del 6,7% inquieta de manera especial, porque incorpora, además del ya habitual hundimiento de la construcción, un deterioro adicional de los bienes de equipo. La única compensación corre a cargo del sector exterior. El esfuerzo por exportar y el buen momento turístico han hecho posible una aportación al PIB de 2,6 puntos. Con todo, no es un buen signo que el valor de las importaciones se haya reducido un 1,7% interanual porque revela el flojo tirón de la economía, y hay que celebrar con matices el incremento del 8,4% de las ventas al exterior, al ser casi cuatro puntos inferior al alcanzado en el periodo enero-marzo.

A las autoridades españolas les inquieta, por otra parte, el impacto que sobre el sector exterior pueda tener la ralentización de las economías de nuestros principales socios comerciales europeos.