Tribuna

Zapatero recuerda a Franco

PRESIDENTE DEL COMITÉ DE ENLACE PROVINCIAL ANDALUCISTA DE CÁDIZ Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Desde hace meses todo el mundo apostaba y deseaba un adelanto de las elecciones generales, que tenían su fecha en marzo. Era algo en lo que estaba unida la opinión pública, incluido el segmento proPSOE, era la unión por el hartazgo sobre el presidente Zapatero.

Personalmente, apostaba por el domingo 30 de octubre, dado que los plazos legales electorales hacen que deban de convocarse casi dos meses antes, por ello, a principios de septiembre convocaba y de esa manera evitaba Zapatero tener que sufrir la humillación de presentar una propuesta de Presupuestos Generales del Estado para el año próximo sin apoyos suficientes y de tener que intentar buscar apoyos muy costosos económica y políticamente. Además, era un fecha cercana a la victoria de González, el 28 de octubre de 1982, me imaginaba el cierre de campaña el viernes 28 de octubre con Felipe González rememorando «el cambio» y todas las nostalgias de aquella época de romanticismo político, que el mismo Felipe borró con dosis masivas de pragmatismo y de abandono de ideología.

Pero la decisión era de Zapatero, lo que suponía que era más difícil acertar la fecha que el pleno de la bonoloto. Primero anuncia la fecha con cuatro meses de antelación y segundo la pone el 20 de noviembre, fecha del 36 aniversario de la muerte de Franco, no sabemos si como homenaje a la Memoria Histórica, como recuerdo a las sempiternas dos Españas, para fastidiar a los suyos y a los que eran suyos para recordarles que sigue mandando o para que lo recordemos no sólo como entró sino como se marchó. Me temo que se nos viene encima una campaña alejada de la realidad de la calle, con Franco y el franquismo asomándose en los telediarios, con un intento de bipolarización PP y PSOE como si no existieran políticas e ideas fuera de ellos y mucho márquetin político, en plan Obama, y por supuesto golpes de efectos. ¿Por fin ETA anunciará su finiquito?, o ¿no es preparado que un día el CIS anuncie que Rubalcaba recorta distancia, el siguiente la EPA anuncie la bajada del paro en el segundo trimestre, como ocurre casi todos los años, y el tercero se anuncia a bombo y platillo el día?

Para Andalucía, para los andaluces y andaluzas, estas elecciones como las autonómicas de marzo, sino se adelantan a última hora, deben de suponer una toma de conciencia de la necesidad de que dejemos de ser los últimos de la fila, últimos en paro (según la EPA del segundo semestre Cádiz y otros territorios andaluces están más de diez puntos por encima de la media del Estado, que es del 21%), inmigración de jóvenes preparados (nuestro capital humano), falta de empresas andaluzas de cierta dimensión, problemas en la eficiencia de nuestra enseñanza y un largo etcétera, por desgracia. Andalucía no puede ser sólo la de los chistes, el turismo y las fiestas, que es la imagen que se pretende dar desde ciertas esferas, sino que es esto y jornaleros, pescadores, trabajadores, empresarios, autónomos, cultura, historia, inventores, intelectuales y artistas... Son muchas capacidades materiales y humanas que se olvidan y de las que no se sacan provecho.

Andalucía ha sido en esta legislatura, y no es la única, invisible en el Congreso y el Senado. Prueba de ello es cómo cuando hay debates sobre el Estado de la Nación ni se la nombra, como en otros como el de los Presupuestos; es la comunidad autónoma con más paro, la de mayor extensión y más poblada, superior incluso a muchos estados de la Unión Europea; sin embargo la voz de otros pueblos bien que se escucha y no sólo a catalanes, vascos y gallegos, sino a navarros, canarios... pero no sólo se les escucha sino que consiguen beneficios; ¿o acaso los suplementos que consigue Navarra, además de tener su régimen foral, no es por Nafarroa Bai o Unión del Pueblo Navarro? Las encuestas señalan que se extenderá a Cantabria con el Partido Regionalista de Cantabria de Revilla o Asturias con el Foro de Álvarez Cascos. Sin embargo gracias a los 61 diputados y 32 senadores elegidos en Andalucía para estar en estas cámaras, más preocupados en las directrices de las calles madrileñas de Ferraz y Génova, Andalucía esta sumida en el silencio, son cómplices de la invisibilidad de Andalucía, de la del pueblo andaluz, de sus necesidades y problemas.

Como andalucista propongo que las elecciones generales no se vean en contra de nadie, es algo común, se vota a uno para quitar a otro; si no que nos las planteemos en positivo, que se vote en andaluz, en lo que necesitamos los andaluces. Andalucía necesita estar presente, ser visible en el Congreso y en el Senado, obligar a que se discuta y se debata sobre sus problemas. Si no recuperamos nuestra propia personalidad e identidad allí nunca dejaremos nuestro puesto en la fila, bajaremos el número de parados mientras que en otras comunidades autónomas ya no habrá y no necesitarán inmigrantes, no debemos conformarnos, sino esforzarnos y aspirar a que nuestras cifras dejen de estar por debajo de las media de España.

En los próximos cuatro meses las televisiones nos machacarán todos los días hasta el 20-N, con los dos líderes, con cada uno de sus movimientos, sus gracias o errores. Que no nos engañen y manipulen, debemos exigir y asegurarnos los andaluces que en el Congreso y en el Senado se hable del paro en Andalucía, de la educación en Andalucía, de la sanidad en Andalucía, de cómo evitar los recortes sociales, de cómo modernizar la administración y de cómo poner controles para que la corrupción sea cada día más difícil y cuando se detecte sea castigada y el dinero recuperado. Un debate que no debe pararse el 20 de noviembre, sino que se debe de extender a las autonómicas andaluzas, pues el debate depende de los andaluces, nada se regala y si queremos vivir mejor debemos empezar a cambiar . Ahora es el momento, pensando en las elecciones en clave andaluz y votando en 'andalú'.

Posdata: Franco no se presenta a las elecciones y Zapatero tampoco. Andalucía sí se presenta.