CÁDIZ

Los salesianos prestan sus manos a Togo

Los gaditanos estarán un mes en un hogar de acogida para chicos recogidos de las calles de Kara y concienciarán a la comunidad de CádizLa ONG Solidaridad Don Bosco de Cádiz envía a cinco voluntarios a colaborar en el país africano

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Se han tenido que vacunar de seis a ocho veces. Tienen que estar prevenidos «para cualquier contratiempo», para manejarse con un lenguaje extraño, un calor húmedo asfixiante o serpientes venenosas. Sus mentes ya están preparadas para ver algo a lo que no están acostumbrados en la comodidad del primer mundo, para descubrir la marginación de Kara (Togo) personificada en 60 chavales recogidos de la calle. Y aún así Almudena Gallardo, Paco Rendón, María José Campaña, Inma Marín y Mario García se muestran ilusionados e impacientes por iniciar un viaje a un país del tercer mundo que les llevará a conocer la cara 'B' del mundo. Los cinco gaditanos son voluntarios de la ONG Solidaridad Don Bosco y en menos de 15 días partirán hacia Togo para colaborar durante un mes en el hogar Foyer Immaculé para chicos de la calle de Kara.

En la tarde de ayer tanto ellos como otros voluntarios de Solidaridad Don Bosco en Cádiz hicieron la presentación oficial de su partida en el colegio Salesianos. «Es más que nada por tranquilizar a nuestras familias y sepan a lo que vamos», explicó Almudena Gallardo horas antes de empezar. El objetivo era mostrar las entrañas de un proyecto que comenzó nueve meses antes con objetivo claro: «Prestar colaboración a los trabajadores permanentes que tiene la comunidad en Kara», explicó a este medio Paco Rendón.

La colaboración de los gaditanos se centrará en un apoyo formativo con talleres y actividades deportivas. Algo que no se hará especialmente complicado para los cinco voluntarios vinculados a la formación en el colegio San Ignacio de Cádiz y en el centro Campano. Lo complicado estará en el contexto. «Sabemos que no podemos cambiar la realidad que veremos. Nos han recomendado que digiramos muy bien la experiencia. Es un choque muy grande», puntualizó García.

La experiencia de estos cinco gaditanos comenzará el 15 de julio con un viaje con destino a Casablanca. De ahí partirán a Togo para después llegar a Kara. Un viaje largo por infraestructuras paupérrimas pero que tiene un valor solidario sin parangón. «La idea es recuperar el hermanamiento que existía entre la casa de Cádiz y la de Kara ya que estaba un tanto perdido», puntualizó Rendón. Por ello desde Salesianos no descartan que la iniciativa se repita en años venideros. «Nosotros somos la avanzadilla», explicó ilusionada Gallardo.

Un lazo Cádiz-Togo que no culminará con el mes de la experiencia. «La idea es ofrecer testimonio. No es una labor que se acaba con nuestro regreso a Cádiz. Será un punto de inflexión», reconocía Campaña. Y es que ese antes y después en sus vidas de voluntarios no solo enriquecerá su formación sino la de toda la comunidad salesiana, como explicó Inma Marín. «La intención es mostrar una realidad en la que falta lo primordial y lo básico. Y lo que es más importante, mostrar las consecuencias de lo que hacemos en el primer mundo».