Levantan el veto a los escoltas en Andoain

El Ayuntamiento de Andoain (Guipúzcoa) retoma la senda de la normalidad. La alcaldesa de Bildu en esta localidad guipuzcoana, Ana Carrere, ha decidido levantar el veto impuesto a los escoltas en los edificios municipales, como le pedían los grupos del PSE y del PP en el pueblo. Carrere anunció ayer su voluntad de flexibilizar el acceso de la seguridad privada en una conversación telefónica con los portavoces socialista y popular, que se dieron por satisfechos al considerar que su protección queda así garantizada. A partir de ahora, un guardaespaldas podrá entrar en el Consistorio, examinar la zona en la que va a permanecer su protegido y salir a la calle, «como venían haciendo» en la práctica en el último mandato.

La regidora, que planteaba las restricciones como un gesto hacia la normalización en plena tregua de ETA, firmará por escrito el compromiso con los concejales amenazados. «Al final ha imperado el sentido común», declaró la edil del PP y única representante de este partido en el municipio, Asunción Guerra. El portavoz del PSE, que logró seis concejales en las últimas elecciones, uno menos que Bildu, reclamó a Carrere «mayor prudencia» en el futuro, aunque optó por pasar página tras el pacto. «Es bueno para todos», zanjó Estanis Amuchástegui, alcalde de Andoain en el anterior mandato.

Bildu, PSE y PP reconducen así una situación que había puesto al Ayuntamiento de Andoain y a su Alcaldía en particular en el disparadero. Apenas cinco días después de tomar la makila, Carrere comunicó en una circular interna su decisión de prohibir la entrada de los escoltas en cualquiera de los edificios que dependen del Consistorio. La alcaldesa intentó justificar el veto con el argumento de que la casa consistorial «es de todos».