PAN PARA HOY

ESTÍO

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Aunque la entrada oficial del verano se produce el día en que Ana Obregón, también conocida como 'la Obregón', realiza el primer posado con tripa metida y sonrisa forzada, en términos solares se produjo ayer. Por lo tanto, este es mi primer artículo del tiempo de las ligerezas y los descansos tan cansinos. Nos esperan dos meses de verano, porque no nos engañemos, septiembre no cuela como periodo estival. Por delante, lo de siempre: incendios provocados, intoxicaciones, famosos en cueros y la eterna discusión de si son tres o cuatro litros de agua los que hay que beber para no sufrir una insolación. Porque en lo de las horas que son necesarias para hacer la digestión, antes del baño, no vamos a perder ni un segundo; lo que diga tu madre y punto. Esperemos que no nos sacudan con temas de mayor calado, que nos dejen descansar la cabeza, porque el otoñito se antoja denso. Mucho me temo que nos van a estar anticipando las elecciones desde el minuto uno del curso político. Eso por un lado, y por el otro, volverán las exhibiciones de los Mourinhos y los Guardiolas a reclamar nuestra maltrecha atención. Así que ahora toca desconectar de la actualidad con mayúsculas y centrarse en temas menores como el que nos propone la cantaora Shakira. Por lo menos, la parte de mi cerebro que se dedica a reflexionar se ha dado por aludida. La chica de Piqué dijo ayer que «le gustaría un mundo que funcionara como el Barça, para ganar el partido contra la discriminación». Lo dijo en una rueda de prensa en Jerusalén ante el presidente Simón Peres y con el marcaje del defensa del club modélico que le observaba enamorado desde la primera fila. Hay que entender que el amor, sobre todo en su fase inicial, le hace a uno ser generoso en la exaltación de todo lo relacionado con el ser amado, pero pienso que había otros ejemplos mejores. El Barça funciona bien, de acuerdo, pero no olvidemos que sus jugadores son la élite, son de los que más cobran. Con su presupuesto vivirían decenas de equipos más modestos, y no dejan que el balón lo disfruten los demás, lo acaparan ellos. Vaya mundo más injusto. Pasen buen día.