Ignacio Sánchez Galán, durante la junta de accionistas. :: BORJA AGUDO
Economia

Sánchez Galán gana otra batalla a ACS en Iberdrola

Consigue cambiar los estatutos y la renovación del permiso para ampliar capital en la junta previa a la supresión de los blindajes

BILBAO. Actualizado: Guardar
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Dos años lleva el grupo constructor y de servicios ACS, dueño del 19,27% del capital de Iberdrola, con su aspiración a entrar en el consejo de la eléctrica, y tendrá que seguir esperando. La junta de accionistas de la empresa que lidera Ignacio Sánchez Galán aprobó con holgura las propuestas del consejo de administración, pese al rechazo del representante de la compañía que preside Florentino Pérez. La asamblea alcanzó una proporción de presentes y representados que bate el récord en la historia de la compañía, nada menos que el 82,34% del capital total.

El juego de las mayorías -con el voto de ACS limitado al 10%-, se tradujo en un elocuente resultado, que sacó adelante el visto bueno a la gestión de los administradores. También las propuestas de cambios estatutarios -que rebajan de 15 a 14 el número de consejeros y cierran aún más, si cabe, el acceso del grupo constructor al órgano de gobierno-, así como la de renovación del permiso para ampliar capital hasta en un 50%, una opción que, de ejercitarse, supondría una fuerte reducción de la presencia del grupo constructor y de servicios, salieron triunfadoras sin dificultades.

Era la última asamblea antes del cambio legislativo que prohibirá los blindajes a partir del 1 de julio. De esa fecha en adelante, los votos de ACS contarán en su totalidad, porque dejará de tener efecto la limitación del derecho de voto que las participaciones accionariales establecen los estatutos de la eléctrica.

La otra batalla, la exigencia de representación en el consejo, se dirime en los tribunales. El equipo de Sánchez Galán obtuvo una crucial victoria en primera instancia, porque los fallos judiciales emitidos han aceptado sus tesis de que ACS es un competidor, y como tal podría utilizar la información obtenida en los órganos de administración de Iberdrola en su propio beneficio.

La misma trayectoria ha seguido la impugnación de la junta de accionistas celebrada en la primavera de 2010. Pero el grupo constructor anuncia que llegará hasta el Supremo con sus recursos. También denuncia unos cambios estatutarios que persiguen dar al presidente Galán «poderes exorbitantes y omnímodos».

La vara de medir

En los últimos tiempos ACS ha encontrado otro argumento que refuerza sus tesis. La caja de ahorros BBK es accionista de referencia de Iberdrola y tiene a Xavier de Irala como su representante en el consejo de la eléctrica. Pero su presidente, Mario Fernández, ha sido ratificado por la asamblea de Repsol como consejero de la petrolera, en la condición de independiente.

¿Se puede permitir esa discriminación en el trato?, se preguntó José Luis del Valle en la junta, ya que Repsol es accionista de referencia de Gas Natural-Unión Fenosa. Fue contundente al reclamar «que no se aplique distinta vara de medir». Iberdrola debe aplicar en este caso -exigió- idéntico criterio que con ACS.

Sánchez Galán no respondió de forma directa a estas ni a otras cuestiones y le contestará por escrito en el plazo legalmente establecido, o al menos así lo sugirió posteriormente Del Valle.

Tampoco encontró respuesta la demanda de un fondo de inversión, que aconsejó a Sánchez Galán «actuar con cautela y no precipitarse» en las actuaciones emprendidas con la finalidad de detener el avance de ACS. Su portavoz, que se mostró muy receloso ante las ambiciones del grupo que se ha hecho con el control de la alemana Hochtieff, criticó lo que consideró «aventuras» como la salida a Bolsa de Iberdrola Renovables. La marcha atrás de esta última operación fue otro de los acuerdos de la junta, que aprobó la absorción de la empresa filial.