RED Y ANONIMATO

A cinco días de las elecciones municipales no les voy a dar la matraca con el tema que ya otros han escrito más acertadamente sobre ello. En la intención de voto publicada ayer en este medio se podía comprobar como 'ella' va a seguir arrasando en la ciudad. Sin duda, ya forma parte con letras doradas, como su pelo, de la Historia de la Trimilenaria. En cambio, revisando la encuesta que tiene este medio en su versión digital podemos comprobar que la Alcaldesa es superada por. ¡¡Izquierda Anticapitalista!! Entonces, ¿qué valor darle a lo que aparece en la red?

La semana pasada el artista Alejandro Sanz daba por finalizada su etapa en la red social Twitter dado que un error al escribir «nuestra» (lo escribió con b que se encuentra junto a la n en el teclado) provocó la burla y los insultos de sus «seguidores». El presentador Buenafuente hizo tres cuartos de lo mismo tras recibir la ira de los internautas tras la amistosa entrevista que le hizo a la Sinde en su programa. El anonimato de internet favorece que los cobardes insulten y disfruten con ello, cuanto más, mejor. Lapidarían si pudieran.

En la Red no es todo verdad. Es más, somos una sociedad suprainformada y fácilmente manipulable. Solo hay que retocar una imagen o hacer desaparecer unos fotogramas para modificar la realidad. No hay rigor, no hay contraste de información (Twitter son sólo 140 caracteres). La información elaborada desaparece y se sustituye por brevedad e inmediatez.

Son sólo unas reflexiones y unos ejemplos del cuidado que debemos tener con informaciones y opiniones que leemos en redes sociales, blogs, webs y cadenas de correos electrónicos y que no sabemos ni de dónde provienen ni quién las escribe. Para anónimo ya está El Lazarillo.