Las almadrabas, listas para empezar a pescar

Las cuatro almadrabas gaditanas tienen todo listo para empezar a pescar. Ahora solo falta que amaine el insistente temporal de levante que azota desde hace días la provincia, y que impide cualquier aventura en alta mar, para ver de nuevo uno de los mayores espectáculos de la lucha hombre-animal del mundo.

La captura, artesanal y tradicional como pocas, del atún rojo en aguas de Barbate, Tarifa, Conil y Zahara, es cuestión de días, quizá de horas. Según explicaban ayer a este medio los responsables de los calamentos gaditanos, las artes están montadas casi al cien por cien, y en cualquier momento podría producirse la primera 'levantá' del año.

La temporada 2011 de atún rojo arrancará, pues, de la misma forma que lo hizo la de 2010: con incertidumbre. Y es que las empresas que explotan esta pesquería aún no saben con exactitud cuántas toneladas podrán capturar como máximo.

Lo explica Diego Crespo, presidente de la organización que aglutina sus intereses; «estamos en disposición de pescar; en cuanto el viento nos lo permita los buzos saldrán a hacer su faena para ver si hay atunes; pero nosotros seguimos sin saber cuántas toneladas de atún podemos capturar».

Tras la reducción de cuotas acordada en la comisión internacional para la conservación de la especie, que dejó en apenas 630 toneladas la pesca máxima autorizada para los cuatro caladeros de la zona, el sector se pregunta si llegarán a alcanzar el umbral de rentabilidad. «Otro año más dependemos de lo que diga Medio Ambiente y de si al final disponemos del Fondo de Maniobra o si podemos comprar cuotas de pesca a otras flotas».

Sea como fuere, los almadraberos siguen a los suyo. Desde hoy y hasta el próximo mes de junio, más de 200 hombres trabajarán a destajo tanto en la captura de ejemplares de atún rojo en los copos en mar abierto, así como en las naves de las empresas de manufactura despiezando los mismos.

Hace un año la primera 'levantá' tuvo lugar un 24 de abril, y a ella le siguieron en mayo y junio varias docenas más de operaciones de despesque, algunas con un resultado de un centenar de atunes de hasta 250 kilos en el saco. De este arte de pesca milenario viven directa o indirectamente en la provincia unas 400 familias. Casi un 80% del atún que se extrae se exporta.