Blanco, Susana Díaz, Griñán y el candidato por Sevilla, Juan Espadas, en la convención del PSOE en Sevilla el pasado febrero. :: SUR
ANDALUCÍA

Los socialistas se aferran a que los ERE no les pasará factura en las municipales

El PSOE baraja un coste de dos a tres puntos respecto a 2007 en las próximas elecciones, pero lo achacan al paro y la crisis económica

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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El PSOE gobierna en 489 de los 771 ayuntamientos en Andalucía y el Partido Popular en 135. Los socialistas obtuvieron 4.394 concejales en las elecciones de 2007, un total de 2.019 más que el PP. Esta hegemonía en votos y concejales, que también se ha traducido en el gobierno de todas las diputaciones provinciales, compensaba en cierto modo al PSOE que el Partido Popular ganase en todas las capitales y lograra permanecer en las alcaldías de cinco de ellas (Málaga, Granada, Cádiz, Almería y Huelva). Los socialistas gobiernan en otras dos, Sevilla y Jaén, gracias al pacto con Izquierda Unida, que le ha permitido mantener el sillón de otros 27 alcaldes. IU gobierna en Córdoba por el mismo pacto.

Cara al próximo 22 de mayo los socialistas confían en renovar lo más posible el dibujo de este mapa político. Mientras que el PP aspira a desbaratarlo y pintar otro lleno de gaviotas, símbolo de este partido. El PP está esperanzado en subir y arrebatar importantes alcaldías de ciudades medias del interior a los socialistas, lo que le daría la llave de varias diputaciones, entre ellas Málaga, Granada y Almería. El objetivo está en ganar o mejorar en 47 municipios del interior según ha contado varias veces Javier Arenas. Pero lo mismo que el PP admite su dificultad en el interior para acceder a las diputaciones, el PSOE se aferra a su implantación en las comarcas rurales para renovar su hegemonía en las municipales.

El PSOE trabajaba cara a las próximas elecciones con esa hoja de ruta, asumiendo también que la crisis y el paro le iba a pasar factura sobre todo en las áreas metropolitanas y del litoral, pero menos en el interior. Ahora bien, al viento en contra de la crisis y el paro (más de un 20% de la población activa, cerca de 1.100.000 desempleados) se ha sumado el tsunami de los ERE.

Credibilidad

El propio presidente Griñán y su antecesor Manuel Chaves han reconocido en público que el escándalo de las prejubilaciones falsas con epicentro en la Dirección General de Trabajo de la Junta en los últimos diez años está influyendo en la opinión pública que responde a las encuestas. Griñán reconocía hace dos semanas que las sospechas de corrupción por el caso de los ERE «afecta a la credibilidad de una formación política y hace daño subjetivamente al PSOE».

Este partido, no obstante, confía en que la gestión que la Junta está haciendo de la crisis de los ERE, adelantándose a las pesquisas de la jueza con las suyas propias para demostrar «transparencia», frenará el descrédito y este no afectará a las municipales. Fuentes socialistas confirmaron a este periódico que pese al paro y los ERE manejan una pérdida de respaldo por todas estas circunstancias de sólo 2,5 a 3 puntos en las municipales, lo que mantendría la hegemonía de este partido en Andalucía que tras 2007 supera en 8,56 puntos al PP. Los socialistas cuentan con que la diferencia puede ser mayor en las grandes áreas urbanas, en torno a cinco puntos, pero que quedaría compensado en las zonas rurales, donde confían en amarrar el apoyo actual.

La perspectiva no es mala si se tiene en cuenta que las encuestas vaticinan un vuelco total en la Comunidad, con la probable victoria electoral del PP por primera vez en unas autonómicas en Andalucía.

Los socialistas creen que el comportamiento electoral en las municipales es distinto a las otras elecciones y que el patrimonio de la gestión de sus alcaldes, 383 con mayoría absoluta, minimizará el cambio de tendencia que barruntan las encuestas. Pero el caso de los ERE no ha hecho nada más que empezar. Lo más probable es que la jueza comience a llamar a declarar a responsables de la Junta, imputados o no, en plena precampaña electoral. Es algo que el PSOE teme sobre todo en Sevilla, donde se han detectado la mayoría de intrusos socialistas en los ERE y de donde es secretario general el ex consejero de Empleo, José Antonio Viera. Sevilla es además la plaza más codiciada por PP y PSOE, donde se librará la batalla más peleada.