PAN Y CIRCO

LO PEOR DE LO PEOR

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José María del Nido es un personaje que le viene que ni pintado a este fútbol ruin, mezquino, nauseabundo y chabacano que nos ha tocado vivir en este país de pandereta. Un ejemplo perfecto en el que otros elementos de su misma calaña se ven reflejados con la diferencia de que ésos no tienen tanto poder mediático como el presidente del Sevilla. Sigo insistiendo en que su presencia es muy nociva para la entidad sevillista; teoría avalada por cuantas meteduras de pata, salidas del tiesto y ridículos espantosos protagoniza este abogado que en sus ratos de ocio juega a ser dirigente de un club señor. En el fondo este tipo es el protagonista de una historia que sólo se puede dar en esta España tan dada a poner en un altar a personas que nada nos aportan y que vienen a servirse sin preocuparse lo más mínimo del patético espectáculo que escenifican cada vez que abren la boca. La botella que impactó sobre la cabeza de Casillas ayudó a lanzarla Del Nido, alma mater de un vídeo cargado de mala leche, violento en su forma y contenido y que han protagonizado unos futbolistas que en manos de su jefe han actuado como unos títeres, prestándose a un juego de canallas con los resultados lógicamente esperados. El último capricho del peor presidente en la historia del club de Nervión -y mira que los ha habido malos- le va a suponer a las arcas de la sociedad una multa que, desde luego, el que la ha provocado no piensa pagar. Del Nido es, por si no resultara bastante este arsenal de sandeces y despropósitos, el espejo en el que se miran esos cientos de directivos (y en el Cádiz CF hay uno moviendo los hilos desde la sombra de Huguet) que han llevado a la ruina a unas sociedades anónimas deportivas que se han agarrado a la ley concursal y al compadreo de los ayuntamientos para no poner el cartel de cerrado por incompetencia y ausencia total de clase y señorío.