Los aspirantes apuraron el repaso de sus apuntes hasta el último momento. :: VÍCTOR LÓPEZ
Ciudadanos

Cinco horas con MIR

Casi un millar de estudiantes se examina en Cádiz para ser médico interno y especializarse en una rama sanitariaLa Consejería de Salud ha ofertado 1.263 plazas para toda Andalucía, donde han concurrido 5.705 aspirantes

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La plaza del Mora hierve de nervios, dudas y repasos de última hora. Como un embudo, la puerta de la facultad de Económicas absorbe poco a poco centenares de estudiantes. Antes de sumarse al tumulto, Martina Pérez, gaditana de 31 años, se abraza a su padre, que le desea suerte. Algo que sin duda necesitará durante las cinco horas de examen que tiene por delante, porque confiesa que no se encuentra demasiado segura para encarar la prueba más importante de su vida: el temido y anhelado MIR. Nada menos que 900 personas concurrieron ayer en Cádiz a la prueba para ser Médico Interno Residente y especializarse en una rama sanitaria.

La consejería de Salud de la Junta ha ofertado este año 1.263 plazas, una menos que en 2010, de las que 1.128 corresponden a médicos, biólogos, farmacéuticos, químicos, psicólogos y radiofísicos, y las 135 restantes, a enfermería. Para toda Andalucía. María Garrido y Ascensión Alarzo aspiran a una de ellas. Su examen de EIR -Enfermero Interno Residente- es en la facultad de Medicina y momentos antes, se relajan al sol en la plaza del Falla. Dicen que se conforman con sacar nota y para especializarse en Enfermería Comunitaria y Familiar, aunque Ascensión se muestra esperanzada en optar a Psiquiatría.

Una lotería

Entretanto, en la plaza del Mora, continúan las despedidas. Martina se agarra del brazo de Tamara, que también se decanta por Farmacia Hospitalaria, una especialidad para la que sólo han salido 29 plazas en toda la comunidad autónoma. De ahí la importancia del factor suerte, aunque siempre tendrán más posibilidades de arañar esas décimas que inclinarán la balanza los que mejor y más se hayan preparado. «Ahora no es el momento de ponerse nerviosa sino de tener muy claro lo que se sabe después de tantas horas de estudio». Estefanía Márquez, colombiana de 23 años, y sus compañeros de la misma nacionalidad son una balsa de aceite. Llevan un año estudiando a diario, de forma disciplinada, con un ritmo regular y con horarios. Nada tendría que salir mal, pero no están dispuestos a cantar victoria porque saben que su examen no solo puede ser bueno, sino brillante. Son solo doce plazas para Endocrinología y Nutrición, que es lo que quiere hacer Estefanía. Ella representa un segmento de estudiantes por partida doble: las mujeres -este año, tres de cada cuatro aspirantes al MIR en España son chicas- y los extranjeros. Sobre este punto no se conocen estadísticas, pero no son pocas las personas de otras nacionalidades que estudian Medicina en Cádiz.

Distintos acentos

Amin Lakhly es uno de ellos. Natural de Fez, Marruecos, consulta con dos compañeros los listados de nombres en el tablón para saber cuál de las quince mesas que la organización ha adjudicado a Cádiz es la suya. «Llevo casi un año estudiando. Y espero que me vaya bien, porque peor de lo que me fue el año pasado es imposible». Caso distinto es el de Nil Lamrihy, ceutí de 34 años. Él lleva varios años empleado en el sector privado y su objetivo es conseguir una plaza pública. «Es la primera vez que me presento, y el trabajo me ha quitado tiempo para el estudio. Pero confío en que salga bien». ¿Especialidad? «Menos medicina quirúrgica, cualquiera».