El retrato del conde de Toreno se expone en el Museo de las Cortes.
LA HUELLA DE LAS CORTES EN EL ARTE

Un defensor tenaz

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Recorriendo el Museo Iconográfico e Histórico de las Cortes y Sitio de Cádiz, todavía en obras, en sus diversas salas distinguimos varias obras que tienen relación con nuestra Cortes de 1812, aunque muchas fueran pintadas o dibujadas un siglo después. Una de estas es una pintura, una copia obra de Abelardo Gherssi, realizada en la segunda década del siglo XX y situada en la sala de las Cortes. Retrata a José María Queipo de Llano y Ruiz de Saravia, VII Conde de Toreno (26 de noviembre de 1786-16 de septiembre de 1843), que fue un político e historiador español oriundo de Oviedo, diputado por Asturias en las Cortes de Cádiz. Fue un miembro activo de las Cortes de Cádiz que aprobaron la Constitución española de 1812.

Uno de sus grandes impulsores y el principal valedor de un texto constitucional, por esta defensa, al regreso de Fernando VII al poder, se exilia en Londres, se le incautan los bienes y le condenan a muerte, con el trienio liberal regresa de su exilio y es elegido como presidente de las Cortes.

Tras este paréntesis liberal retorna el 'Deseado' y de nuevo al exilio, donde va moderando sus ideas. Tras la muerte de Fernando VII hay una amnistía general, por lo que regresa a España y es nombrado Ministro de Hacienda y más tarde, aunque por escaso tiempo, ocupa la presidencia del gobierno. Volvió a París en 1840 y tres años después falleció en la ciudad de la luz.