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Los republicanos logran una victoria contra la reforma sanitaria

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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Los republicanos en la Cámara de Representantes estadounidense dieron ayer un paso decisivo en su intento de revocar la histórica reforma del sistema de salud aprobada el pasado marzo. En una votación 236 a 181, los legisladores dieron luz verde a las reglas para que se reabra el debate y con ello la posibilidad de encallar la medida que va desarrollándose por etapas y cuya aplicación completa está prevista a partir de 2014. La siguiente votación importante está prevista para el próximo martes.

Sólo un puñado de demócratas se sumó a la bancada republicana para permitir la discusión, un día después de que los líderes del Senado, controlado por el partido de Obama, advirtieran de que el esfuerzo opositor moriría en su recinto. La Casa Blanca anunció asimismo el jueves que el presidente norteamericano vetaría la legislación si el Congreso se la enviaba.

Como ya hicieran desde el arranque del nuevo Congreso esta semana, los conservadores continuaron caldeando el ambiente con el argumento central de de que la reforma sanitaria es insostenible desde el punto de vista presupuestario. «La ley es un desastre económico y fiscal sin precedentes. El tiempo para deshacerla antes de que haga más daño se está acabando», señaló el rerepublicano David Dreier.

Una crítica muy generalizada es que ley sobrecargará a las empresas con altos costes y complicadas regulaciones, afectando a la economía en un momento en que el desempleo persiste cercano al 10%. Para no quedar como opositores sin más, los líderes de la derecha han anunciado que si logran revertirla, trabajarán rápidamente en otro proyecto de reforma más eficaz. En medio del fuego cruzado en Washington, los estadounidenses están cada vez más divididos sobre si la Cámara de Representantes debe aprobar la revocación de la reforma sanitaria, según un sondeo del instituto Gallup. Mientras un 46% de los encuestados se muestra a favor de que se vote a favor de la derogación de la reforma, un 40% quiere que se mantenga la actual legislación.

Los norteamericanos están alineados con sus políticos, ya que los votantes republicanos son partidarios de enmendar la reforma sanitaria, mientras que los demócratas defienden que se mantenga este proyecto estrella de Obama.