Francia constata que ETA incrementa su actividad en el país desde hace un mes

Los servicios antiterroristas galos han detectado una intensificación desde hace un mes de la actividad de ETA en Francia tras un prolongado paréntesis de calma relativa que ha convertido 2010 en uno de los ejercicios más tranquilos de los últimos años. El episodio más reciente de la aparente reactivación de las estructuras clandestinas es la huida de dos etarras que el jueves abandonaron una furgoneta repleta de documentación interna, con fichas de policías y guardias civiles, tras saltarse un control policial en una autopista del este del país.

La peripecia se produjo a última hora en la autopista A-31, que enlaza Dijon con Nancy, en un peaje a la altura del municipio de Gye, perteneciente al departamento de Meurthe y Mosela (región de Lorena). Una patrulla del cuerpo de Aduanas había instalado en ese punto, distante unos 150 kilómetros de la frontera con Luxemburgo, un control en el marco del despliegue habitual en las misiones contra el tráfico de drogas y el contrabando en las principales vías de comunicación tras la supresión de los puestos fronterizos por los acuerdos de Schengen.

Dos automovilistas, que circulaban a bordo de una furgoneta Citroën Berlingo, hicieron caso omiso a las indicaciones de alto ordenadas por los policías, continuaron la marcha y al cabo de un corto trecho se apearon y emprendieron la fuga a la carrera. Los aduaneros encontraron el utilitario abandonado a unos 25 kilómetros al sur de Nancy, capital del departamento, y comunicaron el incidente, en el que no se produjeron disparos, al destacamento de tráfico de la Gendarmería. En el interior del automóvil los agentes hallaron un disco duro de ordenador y abundante documentación de ETA por lo que dieron aviso a los servicios antiterroristas con base en París, que se hicieron cargo del caso. Además de un manual para la confección de explosivos, en soporte informático se encontraron informaciones sobre policías y guardias civiles con algunas fotografías de agentes, al parecer capturadas de Internet.

Especialistas de la Policía Técnica y Científica inspeccionaron ayer la furgoneta en busca de huellas digitales y genéticas que permitan la identificación de los huidos. En el registro no se descubrieron armas ni explosivos pero sí ropa, enseres personales y otros elementos habituales en la dotación tradicional de los etarras.

Los investigadores sospechan que los fugitivos continuaron la huida a bordo de otro vehículo, un Citroën C3 de color azul, cuyo robo fue denunciado por la mañana en un garaje de la localidad de Bouxières-aux-Chênes. a 14 kilómetros al norte de Nancy. El Citroën Berlingo abandonado, que circulaba con placas de matrícula falsificadas, había sido robado en diciembre. A partir de ese mes se ha constatado una reanudación del activismo de ETA en Francia tras un largo paréntesis abierto a raíz de la captura en Bayona, el 25 de mayo, del presunto dirigente Mikel Kabikoitz Karrera Sarobe 'Ata'.