Griñán apela otro año más a la confianza para «dar la vuelta a la situación económica»

El presidente de la Junta reclamó un año más la confianza de los andaluces «en nuestras posibilidades» para salir «pronto» de la crisis, ya que, enfatizó, «Andalucía está preparada y en las mejores condiciones» para ello. «Entre todos vamos a darle la vuelta a la situación económica, trabajando sin descanso contra la crisis y el paro, con humildad, firmeza, seriedad y valentía, dando siempre la cara», manifestó anoche en su discurso institucional de fin de año transmitido por Canal Sur Televisión. El segundo desde que accedió a la Presidencia en abril de 2009.

José Antonio Griñán casi calcó los argumentos y mensajes del primero, aunque con un matiz importante. En diciembre de 2009 Griñán se mostraba convencido de que 2010 sería el año de la recuperación económica y de que lo peor de la crisis ya había pasado. El año que acaba le ha demostrado que otra parte mala de la crisis estaba por llegar, la de los aldabonazos de los mercados financieros obligando a España y a otros países europeos a recortes presupuestarios sin precedentes en décadas. «Ha sido un año muy difícil para todos», mencionó al principio en un tono más apagado y menos optimista que el del pasado año. Como aquel, Griñán pronunció su mensaje de pie, mirando a la cámara desde el Salón de los Espejos de San Telmo con el jardín del palacio presidencial al fondo.

Escarmentado por lo acontecido este año contrariamente a lo que había previsto, el presidente andaluz se mostró cauto y, sobre todo, volcó sus mensajes en quienes peor lo están pasando, «los que han perdido el empleo», incluso con un tono de condolencia. «Sus problemas son mis problemas», dijo.

Estos discursos navideños de los presidentes autonómicos no suelen contener ningún anuncio de gestión cara al nuevo ejercicio, pero sí cuelan las prioridades. Está claro que cerrando un año con una de las tasas de paro más altas de los últimos tiempos en Andalucía, el empleo es la principal. «Crear empleo es nuestra prioridad, la que guía nuestras actuaciones y políticas», manifestó al comienzo del discurso. «Los objetivos están claros: luchar contra el desempleo y la crisis económica, que son las principales preocupaciones de los ciudadanos», mencionó casi al final.

Griñan también lanzó mensajes dándose por enterado de la desconfianza en su gobierno y en el de Zapatero y en la clase política en general que revelan las encuestas. En la última conocida, la del IESA, era destacable el alto porcentaje de indecisos, que el Gobierno de Griñán y su partido, el PSOE, atribuyen a votantes socialistas enojados por la crisis.«Es fácil caer en el desencanto cuando sólo se percibe el enfrentamiento estéril o el interés particular», manifiestó anoche Griñán, para luego instar a restaurar el prestigio de la política, ya que esta, insistió, sólo persigue el bien común.

Griñán tuvo palabras de recuerdo para los colectivos menos favorecidos, los dependientes, los mayores, las mujeres maltratadas y los que viven lejos de Andalucía. También mostró su solidaridad con los damnificados por las lluvias.

Pero por primera vez se dirigió a los empleados públicos de la Junta, a los que mostró su reconocimiento como auténticos «motores de la Administración». Un mensaje en cierto modo subliminal. Griñán intentó con ello conciliarse con un colectivo, el de los funcionarios, que por primera vez ha plantado cara al Gobierno andaluz con protestas hasta ahora desconocidas. «A ellos quiero reiterarles mi compromiso con lo público, desde el convencimiento de que a todos nos mueve el mismo espíritu de servicio a la ciudadanía», expresó el presidente anoche.