FÚTBOL Y POLÍTICA

Durante mucho tiempo, la prensa pro Barça -que también es 'mafional' básicamente porque hay muchos catalanes que creen que viven en una nación- alimentó la idea de que todos los grandes logros del Real Madrid en su época dorada se debían al franquismo. Incluso llegaron a elocubrar con la idea de que hubo una intervención acaudillada para que Di Stéfano no fichara por el Barcelona y se decantara finalmente por los merengues.

Nada más lejos de la realidad. No creo en esas cosas, ni creo que tengan nada que ver. La entidad presidida por Santiago Bernabéu, amén de tener un señorío bastante más grande que el que atesora en la actualidad, arrasaba en España y en Europa. Tenía a los mejores jugadores del momento y sus triunfos eran incontestables. Así lo reconoció sin ir más lejos la FIFA que le concedió el galardón de mejor club de fútbol del siglo XXI. Ganó mucho con un dictador en vida que no jugaba al fútbo, pero luego también.

Desde hace unos años, el Barcelona es el dueño y señor del mejor balompié que se hace en Europa. Incluso desde antes de Guardiola, concretamente desde la llegada al banquillo de Frank Rijkaard, los culés iniciaron un camino glorioso que culminó con la consecución de los seis títulos hace dos temporadas. Son los mejores y eso nadie lo pone en duda.

Sin embargo, curiosamente, la prensa 'mafional', esa misma que se desmarcaba de esos comentarios que vinculaban al Madrid con el franquismo y separaba fútbol de política, es ahora la que arremete contra Guardiola cuando define a Cataluña como país y la que ataca el convenio firmado por la entidad azulgrana con la Fundación Qatar, aludiendo que en el país asiático no existe la democracia. A los defensores del mejor club del siglo XX les ha faltado tiempo para recurrir a temas políticos e ignorar los fracasos en el campo. Será porque nos les interesa hablar del, por el momento, mejor club del siglo XXI